Vive un paseo en barco con un capitán local por la laguna Grand Cul-de-Sac Marin en Guadalupe, entre manglares e islotes de arena blanca. Disfruta snorkel sobre un naufragio, descubre estrellas de mar, comparte un ti’ punch en un banco de arena y escucha historias reales de la vida isleña. Siente la brisa salada y las risas que resuenan sobre el agua.
Aún recuerdo el instante en que dejamos el pequeño muelle cerca de Sainte-Rose. El agua estaba tan tranquila y verde, no del todo azul, y se sentía ese olor salado mezclado con algo terroso, ¿serían los manglares? Nuestro capitán, Jean-Marc (nos dijo que le llamáramos Jean), sonreía mientras nos guiaba. Saludó a otro barco que pasaba y gritó algo en criollo que no entendí. Había pelícanos por todos lados; uno se lanzó tan cerca que casi dejo caer el móvil. Había visto fotos de la laguna Grand Cul-de-Sac Marin, pero estar ahí en persona... es otra cosa.
Paramos junto a esas raíces enredadas de manglar y Jean empezó a contarnos cómo protegen la costa de las tormentas. Sacó un poco de alga y me la pasó—se sentía babosa, pero no desagradable, ¿sabes? Nos habló de caracoles y señaló pequeños cangrejos corriendo por ahí. El sol se escondía tras las nubes, y a veces todo parecía plateado en lugar de turquesa. En un momento, un niño en el barco preguntó si había tiburones; Jean se rió y dijo que solo “les petits poissons curieux”.
Hacer snorkel sobre ese naufragio fue muy distinto a lo que esperaba—no soy buen nadador, pero flotar sobre esas estrellas de mar en aguas poco profundas se sentía seguro. La máscara se me empañó (culpa mía), pero veía destellos de peces amarillos moviéndose rápido. Alguien vio una raya deslizarse por la arena y llamó a todos en un susurro emocionado. Después, caminamos hasta un banco de arena donde Jean sirvió ti’ punch en vasos de plástico—pies en el agua tibia, dedos pegajosos por la lima. Contó historias de su infancia aquí; algunas entendí, otras solo asentí porque su acento se hacía más fuerte cuando reía.
No esperaba sentir tanta paz ahí afuera. Un momento los pájaros hacían ruido y al siguiente todo quedaba extraño y silencioso salvo por el agua rozando el casco. Volvimos más despacio que al salir—nadie hablaba mucho después de ese último baño. Quizá todos pensaban lo mismo que yo: ¿cómo se deja un lugar así? Si te preguntas cómo es este paseo en barco por los manglares y la laguna de Guadalupe… no es lo que ves en las postales. Es mejor—más auténtico—y se queda contigo.
El tour dura aproximadamente 4 horas desde la salida hasta el regreso.
Sí, se proporcionan máscaras y tubos para todos los participantes.
El punto de encuentro está cerca de Sainte-Rose; no se incluye transporte desde el puerto de cruceros en Pointe-à-Pitre.
No incluye comida completa, pero compartirás una bebida local llamada “pot de amistad” en una parada en un banco de arena.
Sí, los bebés pueden unirse pero deben ir en el regazo de un adulto durante el paseo.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Es posible avistar peces, rayas, estrellas de mar, cangrejos y otros animales marinos mientras haces snorkel o navegas.
No, no incluye recogida; los participantes deben llegar por su cuenta al punto de encuentro.
Tu día incluye un recorrido guiado de 4 horas en barco por la laguna Grand Cul-de-Sac Marin en Guadalupe, con paradas en manglares e islotes; todo el equipo de snorkel (máscara y tubo) está incluido; además compartirás un tradicional “pot de amistad” con los pies en el agua tibia antes de regresar a tierra.
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