Sentirás esa emoción al estar sobre la playa del Naufragio de Navagio, luego navegarás en un barco con fondo de cristal por las Cuevas Azules y nadarás en aguas turquesas de otro mundo. Disfruta las historias locales, relájate en playas escondidas (con recogida incluida) y termina con vistas panorámicas desde el monte Bohali: un día lleno de color y sorpresas.
Había visto miles de fotos de la playa de Navagio antes, pero estar al borde de ese acantilado en Zakynthos me hizo temblar un poco las piernas, para ser sincero. Nuestro guía, Dimitris, sonreía mientras señalaba el barco oxidado abajo. Contó que los locales aún discuten la verdadera historia detrás de ese naufragio. El viento olía a hierbas silvestres y sal, y no podía dejar de parpadear porque el agua tenía un azul imposible. Intenté sacar una foto, pero al final desistí: ninguna capturaba la sensación de mirar desde esa altura.
Luego nos metimos en un barco con fondo de cristal con solo unos pocos más (menos mal que no estaba lleno) y nos dirigimos hacia las Cuevas Azules. El ruido del motor se perdió entre nuestras charlas; el niño de alguien no paraba de reír cada vez que las olas salpicaban. Dimitris conocía cada cala pequeña; nos llevó justo dentro de una cueva donde la luz rebotaba en las paredes y hacía que la piel de todos pareciera turquesa. Nos lanzamos a nadar: al principio fría, luego perfecta. Mi amigo intentó tocar la pared de la cueva y resbaló con unas algas, lo que provocó risas (está bien). El agua sabía a sal como siempre.
El plan original era desembarcar en la playa del Naufragio, pero por nuevas normas tuvimos que parar en otra playa cercana: Sfogio o Golden Beach, según el clima. No importó mucho; la arena es arena cuando flotas mirando esos acantilados. Eso sí, eché de menos ver el naufragio de cerca. De regreso paramos en una playa con manantiales de azufre, un spa natural que olía a huevos, pero mis manos quedaron sorprendentemente suaves.
La última parada fue en el monte Bohali antes de volver al pueblo. Desde allí se ve toda Zakynthos: el puerto, los olivares, y hasta los barquitos que llegan para cenar. Dimitris nos mostró dónde creció; su madre aún saluda a cada autobús turístico que pasa por su calle (él dice que solo lo hace para darle vergüenza). A veces sigo pensando en esa vista cuando el ruido de casa me agobia.
La excursión dura todo el día e incluye varias paradas por Zakynthos: vistas desde Navagio, paseo en barco por las Cuevas Azules, playas cercanas para nadar, manantiales de azufre y el monte Bohali.
No, por normas de seguridad no se permite bajar a la playa del Naufragio; en su lugar, el barco atraca en playas cercanas como Sfogio o Golden Beach, según el clima.
Sí, si las condiciones del mar lo permiten, podrás nadar dentro o cerca de las Cuevas Azules.
Sí, el tour incluye recogida y regreso puerta a puerta para tu comodidad.
Lleva bañador, toalla, protector solar y quizás escarpines porque algunas rocas pueden estar resbaladizas.
No, no se ofrece almuerzo, pero sí agua embotellada; te recomendamos llevar algo para picar o comer antes o después.
Sí, los bebés son bienvenidos; se permiten cochecitos y hay asientos para bebés si los necesitas.
El grupo es pequeño para que no se sienta abarrotado ni en las paradas ni en el barco.
Tu día incluye recogida y regreso en cualquier punto de Zakynthos o zonas turísticas, todas las entradas pagadas desde el inicio para evitar esperas, agua embotellada para todos, tickets para el paseo en barco con fondo de cristal por las Cuevas Azules con tiempo para nadar si quieres, y conductores locales que saben dónde parar para esas fotos perfectas antes de llevarte de vuelta al atardecer.
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