Camina por senderos antiguos en Dion, escucha historias de dioses olímpicos con una arqueóloga de verdad, refréscate en el arroyo helado de Agia Kori bajo el Olimpo y relájate en Litochoro antes de regresar a Tesalónica. Esta excursión combina historia y naturaleza para dejar huella mucho después de volver a casa.
Aún recuerdo el crujir de la grava bajo nuestros pies cuando bajamos del bus cerca del Monte Olimpo — era temprano pero ya hacía calor, y alguien cerca pelaba una naranja, así que el aire olía dulce y fresco. Nuestra guía, María (que resulta ser arqueóloga, algo que no esperaba), empezó a contarnos cómo la gente creía que los dioses vivían justo encima de nosotros. Era casi surrealista mirar esas cumbres mientras hablaba de Zeus como si pudiera aparecer en cualquier momento por el sendero. La ruta hasta la cascada de Agia Kori no fue difícil — más bien una caminata larga que una excursión — pero se oía el agua antes de verla. Fría, cristalina y verde como el vidrio. Algunos nos animamos a nadar; yo solo metí los pies porque, vaya, esa agua te despierta al instante.
Después paseamos por las ruinas de Dion. Hay un antiguo mosaico medio cubierto por higueras — pájaros por todas partes y cigarras a todo volumen. María nos señaló dónde estaría el teatro antiguo, que en su día se llenaba de gente animando las obras o el entretenimiento de entonces (traté de imaginarlo pero solo pensaba en lo antiguo que es todo). Nos contó historias sobre los rituales a Zeus que se hacían aquí mismo, lo que me hizo mirar esas columnas caídas con otros ojos. La verdad, me perdí un rato solo mirando una cabeza de león tallada que asomaba entre la hierba.
La última parada fue el pueblo de Litochoro. Me tomé un café en una de esas placitas donde todos parecen conocerse — había un hombre vendiendo miel que nos saludó como si fuéramos habituales. Las casas están pintadas de azul claro y blanco, con ropa tendida entre balcones. Tuvimos tiempo para pasear antes de volver a Tesalónica (el bus tiene Wi-Fi pero casi no usé el móvil). En el camino de regreso no dejaba de pensar en lo cerca que están todos estos lugares — ruinas antiguas, senderos de montaña, cascadas — pero lo distintos que se sienten respecto a la ciudad. Creo que eso es lo que más me quedó.
Sí, incluye recogida y regreso desde la Plaza Aristóteles y la calle Egnatia (Estatua de Venizelos).
El sendero es fácil y accesible para la mayoría; no se considera una ruta de senderismo exigente.
Sí, hay tiempo para nadar o remojarse en el arroyo de Agia Kori si quieres.
Un guía arqueólogo e historiador que habla inglés acompaña todo el recorrido.
No, no incluye comidas; puedes comprar algo en Litochoro o llevar tus propios snacks.
Calzado cómodo, bañador si quieres nadar, agua y protector solar.
La ruta es sencilla pero no recomendada para bebés o personas con movilidad reducida; hay asientos para bebés si se solicitan.
El programa puede modificarse si las condiciones meteorológicas son adversas.
Tu día incluye transporte en bus entre Tesalónica y todas las paradas — ruinas de Dion, senderos del Monte Olimpo, cascada de Agia Kori y pueblo de Litochoro — con recogida en Plaza Aristóteles y calle Egnatia (Estatua de Venizelos). Contarás con un guía arqueólogo e historiador de habla inglesa, Wi-Fi gratis a bordo y seguro básico durante el transporte; hay asientos para bebés si se piden con antelación.
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