Disfruta de aguas cristalinas en Kalogria, pasea por el tranquilo pueblo de Parthenonas y degusta vinos locales directamente en la bodega, todo con transporte privado y consejos exclusivos.
Lo primero que me llamó la atención al llegar a la playa Kalogria fue la sensación de la arena: suave, casi como polvo, y cálida bajo los pies incluso a primera hora de la mañana. El agua aquí es otro mundo: bajísima durante mucho rato y tan cristalina que puedes ver pequeños peces nadando entre tus tobillos. Vimos a un par de niños aprendiendo a hacer snorkel cerca de las rocas mientras sus padres flotaban tranquilamente en colchonetas. Si te gusta nadar lejos o simplemente dejarte llevar por las olas suaves, este lugar es ideal. También hay una caseta que vende frappés bien fríos, no te la pierdas si necesitas un chute de cafeína después del baño.
Dejando la costa atrás, nuestro conductor nos llevó por carreteras serpenteantes hasta el pueblo de Parthenonas. Está a unos 350 metros sobre el nivel del mar y, sinceramente, aquí el tiempo parece ir más despacio. Casas antiguas de piedra con contraventanas azules desgastadas bordean calles estrechas; probablemente escucharás el canto de las cigarras más fuerte que el motor de algún coche. Paramos en una taberna pequeña donde una pareja mayor nos sirvió dulces caseros y un café griego bien cargado. La vista sobre los olivares es impresionante—lleva tu cámara, pero no esperes que el WiFi funcione bien aquí arriba.
La última parada fue en la bodega Domaine Porto Karras. La visita comenzó entre los viñedos—el sol pegaba fuerte pero una brisa salada del mar hacía el calor más llevadero. Nuestro guía nos explicó cómo cultivan distintas variedades de uva antes de llevarnos a las frescas bodegas para una cata. Probamos un blanco fresco y un tinto intenso, ambos acompañados de queso local y aceitunas (esas que crujen al morder). Caminar por los jardines de Villa Galini al final fue como entrar en el set de una película antigua—cada rincón tiene historia.
¡Sí! Las aguas poco profundas de Kalogria son perfectas para los niños, y contamos con asientos para bebés y espacio para cochecitos en el vehículo.
Normalmente pasamos entre 1 y 1,5 horas en cada lugar principal, pero el horario es flexible según tus intereses.
Por supuesto, solo avísanos con antelación y prepararemos snacks vegetarianos para la degustación.
El tour es mayormente accesible; indícanos cualquier necesidad especial al reservar para ayudarte mejor.
Tu transporte privado incluye aire acondicionado, agua embotellada (créeme, la vas a necesitar), WiFi a bordo para compartir fotos al instante y todos los traslados entre paradas. También disponemos de asientos para bebés si los necesitas.
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