Montarás caballos dóciles por los acantilados volcánicos de Santorini hasta la playa negra de Eros, guiado por locales que conocen cada rincón del camino. Siente la brisa marina, aprende lo básico aunque seas principiante y captura cada instante con tu cámara—además de las fotos digitales incluidas. No es un paseo pulido ni sofisticado, es auténtico y real.
“¡No sueltes las riendas, a menos que quieras!” Me dijo María sonriendo mientras me entregaba el casco en el establo justo encima de la Playa Caldera. Nunca había montado un caballo tan cerca del Egeo, y la verdad, estaba un poco nervioso. Los caballos olían a heno calentado por el sol y a ese toque salado que trae la brisa marina. María nos enseñó cómo sentarnos bien (mis rodillas se me subían sin querer), y luego partimos, con los cascos crujiendo sobre la tierra volcánica seca. El cielo tenía ese azul deslavado que sólo ves en Santorini, casi demasiado brillante para mirar de frente.
Al principio subimos por senderos antiguos entre colinas que parecían esculpidas por gigantes. Nuestro guía nos mostró las cicatrices que dejaron las grandes erupciones en los acantilados: capas blancas y marrones apiladas como un pastel. Intenté decir “playa Eros” en griego; Li se rió cuando lo pronuncié mal, pero me aseguró que nadie se molesta si lo intentas. Desde arriba veíamos barquitos de pesca meciéndose en el agua, y de vez en cuando aparecía una cabra, mirándonos fijo como si fuéramos los raros.
Cuando llegamos a la playa Eros, la arena negra estaba tibia bajo los pies (me quité las botas un momento solo para sentirla). A los caballos no les importó mojarse las patas; entraron en el agua poco profunda mientras nosotros aprovechábamos para sacar fotos. Había un silencio extraño, roto sólo por el sonido de las olas golpeando esos acantilados tallados. Sonó un teléfono y todos suspiramos—nadie quería recordatorios del mundo real aquí. De regreso, las piernas me temblaban pero estaba feliz. No olvidaré esa luz reflejada en el agua ni la risa de María que nos acompañó mientras volvíamos al establo.
No, antes de empezar te dan instrucciones básicas de equitación.
El tour parte desde los establos en la Playa Caldera, Santorini.
Instrucciones para montar, casco, medias polainas, agua embotellada y fotos digitales.
El paseo atraviesa colinas antes de llegar a la playa Eros; la duración total varía y cubre ida y vuelta.
Sí, no se recomienda para personas con lesiones de columna, embarazo, problemas cardiovasculares o peso superior a 110 kg.
Sí, puedes usar tu propia cámara; además, se incluyen fotos digitales.
Sí, un guía local te acompaña durante todo el recorrido y te da indicaciones.
Tu día incluye clases básicas de equitación con personal local amable en los establos de Playa Caldera, todo el equipo de seguridad necesario como casco y medias polainas, agua embotellada para el camino y fotos digitales tomadas durante la ruta—para que disfrutes los acantilados y la arena negra sin preocuparte por perder ningún momento.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?