Navega por la costa salvaje de Milos en grupo pequeño, con paradas para nadar en calas cristalinas y explorar las cuevas piratas de Kleftiko mientras tu guía local comparte historias. Almuerzo fresco a bordo con pescado a la parrilla y vino, uso de equipo de snorkel y tiempo para relajarte en cubierta entre playas.
Confieso que al principio me puse un poco nervioso cuando el barco zarpó de Milos — no por el mar (estaba tranquilo, solo una brisa salada), sino porque nunca había hecho un paseo en velero en grupo pequeño. Éramos solo unos diez, más nuestro capitán, Yannis, con ese cabello aclarado por el sol y una sonrisa que te hace confiar en él al instante. El motor murmuraba suave mientras pasábamos por la playa de Firopotamos — esas casitas de pescadores con puertas de colores justo al borde del agua. Alguien comentó que cada una está pintada diferente para que los dueños las reconozcan desde el mar. Me hizo pensar en lo práctico que puede ser lo bonito.
La primera parada para nadar fue en una cala tranquila donde el agua era tan cristalina que se veían todas las piedritas del fondo. Dudé antes de lanzarme — no estaba muy cálida — pero Yannis me pasó una máscara y dijo: “Te vas a arrepentir si no lo haces.” Tenía razón. Hay algo especial en flotar ahí, escuchando solo el chapoteo y un poco de risa de los demás. Navegamos junto a los acantilados salvajes del cabo Vani, todo rojo oxidado con vetas amarillas y verdes. El guía empezó a contarnos sobre piratas — al parecer, el cerro Fourkovouni se llama así porque colgaban piratas ahí. Esa historia me quedó grabada por alguna razón.
Kleftiko en sí parece un refugio pirata de verdad. Arcos de roca blanca, cuevas por las que puedes nadar si tienes valor (probé una y me raspé la rodilla, pero valió la pena). La tripulación preparó el almuerzo a la parrilla justo en el barco mientras nos secábamos al sol; pescado fresco, ensalada de tomate, pan que sabía a hecho en casa. También había cerveza fría, que se siente diferente después de nadar toda la mañana. En un momento intenté dar las gracias en griego y lo hice fatal — Yannis se rió y me sirvió más vino.
La última parada fue en la playa de Agios Dimitrios. Alguien nadó hasta la capilla para tocar la campana (yo lo vi desde la cubierta — la próxima vez me animo). De regreso me tumbé en mi toalla escuchando el crujir del barco y sintiendo esa piel pegajosa de sal después de un día en el mar. Incluso ahora, cuando cierro los ojos, sigo viendo esos colores bajo el agua en Kleftiko. Si buscas una excursión desde Milos que sea relajada pero a la vez épica… esta es.
El tour incluye varias paradas a lo largo de la costa oeste de Milos y dura todo el día.
Sí, el almuerzo se cocina a bordo en Kleftiko e incluye platos frescos locales.
Incluye cerveza, vino, agua embotellada, Coca-Cola y soda durante todo el día.
Sí, el uso del equipo de snorkel está incluido para nadar en varias paradas.
Visitarás las cuevas de Kleftiko, el pueblo pesquero de Firopotamos, los acantilados de cabo Vani y la capilla en la playa de Agios Dimitrios.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Sí, según los organizadores es adecuado para cualquier nivel de condición física.
Tu día incluye navegación por la costa de Milos con paradas para nadar y hacer snorkel en playas como Firopotamos y Kleftiko; cerveza, vino, agua embotellada y refrescos; una merienda de fruta de temporada; almuerzo fresco a bordo mientras anclados cerca de Kleftiko; snacks locales tras la primera parada para nadar; uso de equipo de snorkel; y tiempo para relajarte en cubierta antes de regresar por la tarde.
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