Viaja desde Katakolo o el puerto de Kyllini con un guía local que conoce todos los atajos y leyendas del camino. Explora las ruinas y el museo de Ilis Antigua, sube a las murallas del Castillo de Chlemoutsi y relájate con un almuerzo frente al mar o pasea por playas de arena dorada antes de regresar — todo a tu ritmo y con un toque auténtico.
Lo primero que noté al recogernos en el puerto de Katakolo fue cómo Yannis, nuestro conductor, nos saludó como si ya nos conociera — no de forma rara, sino con mucha calidez. Tenía la costumbre de señalar los olivares y pequeñas capillas mientras conducíamos hacia Ilis Antigua. El aire olía ligeramente a hierbas silvestres cuando bajamos en el yacimiento. No soy muy fan de la historia, pero estar donde se organizaron los Juegos Olímpicos me pareció algo muy especial. Yannis nos contó anécdotas de los atletas entrenando justo ahí (incluso imitó el lanzamiento de disco — nada mal para alguien con mocasines). El museo estaba en silencio salvo por el eco de nuestros pasos sobre el suelo de piedra, y me quedé mirando unas estatuas antiguas con las narices desgastadas. Algo en sus rostros me sacó una sonrisa.
Luego, recorrimos pueblos tranquilos — ventanas abiertas, la brisa cargada de sal marina y un aroma dulce que no supe identificar. Llegamos al Castillo de Chlemoutsi justo cuando el sol empezaba a apretar. Las paredes son rugosas al tacto, y si entrecerras los ojos puedes ver la llanura hasta el mar Jónico, aunque algo borroso. Había una pareja mayor sentada en un banco compartiendo naranjas; nos saludaron con un gesto al pasar. Intenté pronunciar “Chlemoutsi” bien y Yannis se rió — según él, mi acento suena a “queso” en griego (o eso decía).
Podríamos haber parado en las termas romanas o en Golden Beach — la verdad, elegir con medio día fue complicado. Al final optamos por almorzar en el pueblo de Arkoudi. Mesas justo al borde del agua, platos de pescado a la parrilla que sabían como si los hubiera cocinado la abuela (quizá fue así). Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio, solo se oían los tenedores y las olas rompiendo contra las rocas. A veces aún recuerdo esa vista.
El tour dura unas 5 horas incluyendo todas las paradas.
Sí, recogemos en el puerto de Katakolo o en tu hotel cercano.
Sí, el itinerario es flexible según tus intereses.
Todos los tickets y el transporte privado están incluidos en la reserva.
El tour es accesible en silla de ruedas y apto para todos los niveles físicos.
Puedes elegir tener tiempo libre en sitios como Golden Beach o el pueblo de Arkoudi.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado y WiFi, agua embotellada, todas las entradas pagadas, además de recogida y regreso al hotel o puerto — también puedes optar por una parada para almorzar comida tradicional antes de volver cómodo.
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