Camina los pasos del Apóstol Pablo por la antigua Corinto: párate en su Bema, contempla el azul intenso del Canal de Corinto, recorre ruinas cargadas de historia y sube las murallas ventosas de Acrocorinto. Con un conductor local que se encarga de todo y comparte historias, tendrás comodidad y una conexión real con el lugar.
Confieso que esperaba ruinas y algunas piedras viejas, pero no esa sensación extraña al estar justo al borde del Canal de Corinto a primera hora, como si alguien hubiera abierto Grecia con un cuchillo. Nuestro conductor, Nikos, me pasó una botella de agua y señaló lo azul que se veía el agua contra los acantilados claros. Bromeó diciendo que los marineros antiguos eran más perezosos que nosotros porque arrastraban los barcos por tierra en vez de rodear. Me reí, pero en verdad me imaginaba todo: el ruido, las cuerdas rozando la piedra. La excursión desde Atenas a Corinto ya se sentía diferente a lo que esperaba.
La siguiente parada fue en el puerto de Kechrees (ni siquiera conocía ese nombre), donde Pablo desembarcó hace siglos. Apenas quedan piedras y flores silvestres, pero nuestro guía nos contó que fue aquí donde Febe llevó la carta de Pablo. Es curioso cómo un lugar tranquilo puede llenarse de historias si te dejas llevar. El sol ya pegaba fuerte en mi cuello, así que traté de escuchar sin solo entrecerrar los ojos mirando al mar.
Entrar en la antigua Corinto fue como meterse en un recuerdo a medio terminar: columnas por todos lados, pedazos de mosaico asomando entre la hierba. El Bema es solo una plataforma elevada, pero Nikos se detuvo ahí para que imagináramos a Pablo hablando sobre el bullicio de la antigua ágora. Me quedé mirando las ruinas del Templo de Apolo: esas columnas son gruesas y resistentes, nada que ver con las iglesias de casa. Alguien cerca comía algo dulce con canela; se mezclaba con el polvo en el aire.
No esperaba disfrutar tanto el museo (normalmente prefiero estar al aire libre), pero ver esas pequeñas caras talladas de hace siglos hizo que todo se sintiera más cercano. Después del almuerzo subimos a Acrocorinto—hacía viento, muchos escalones irregulares—y paraba a tomar aire o quizás solo para disfrutar las vistas. Había tomillo silvestre bajo mis pies, y mis zapatos olieron a eso por horas.
Se tarda aproximadamente 1 hora en coche desde Atenas hasta la Antigua Corinto.
Sí, la recogida y regreso al hotel o puerto están incluidos en tu reserva.
Sí, ambos lugares están incluidos en esta excursión privada de un día desde Atenas o alrededores.
No se mencionan entradas ni almuerzo incluidos; sí se ofrece agua embotellada.
El tour es apto para todos los niveles; hay asientos para niños bajo petición. Se camina algo.
Verás restos del antiguo puerto donde llegó el Apóstol Pablo; principalmente ruinas, pero con gran valor histórico.
Contarás con un conductor profesional de habla inglesa con amplio conocimiento histórico; no es guía oficial dentro de los sitios.
Usa calzado cómodo para caminar; lleva sombrero y protector solar porque el clima en Grecia suele ser caluroso y soleado.
Tu día incluye recogida y regreso en hotel o puerto en un sedán para grupos pequeños (hasta cuatro personas), agua embotellada durante todo el viaje, WiFi a bordo si lo necesitas (aunque yo casi no usé el móvil), aire acondicionado para las tardes calurosas griegas y un conductor de habla inglesa que conoce muchos detalles históricos, no solo datos que encuentras en internet, sino también pequeñas historias.
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