Te acercarás a los famosos monos de Gibraltar, recorrerás cuevas milenarias y estarás sobre dos continentes, todo acompañado por un guía local que conoce cada rincón oculto.
Lo primero que me impactó fue la brisa salada mientras subíamos por la Roca. Nuestro guía, nacido y criado aquí, conocía cada atajo y cada historia. Cambiaba entre inglés y español para que todos se sintieran cómodos, y hasta soltó una broma sobre los monos robando gafas de sol (que, por cierto, es totalmente cierto—¡ojo con tus cosas!).
Paramos en Europa Point justo cuando un barco de carga pasaba a lo lejos. En días despejados, se puede ver Marruecos al otro lado del agua; hoy brillaba difuso entre la neblina. Luego visitamos la cueva; dentro de la Cueva de San Miguel se sentía fresco y húmedo, con ecos rebotando en la piedra milenaria. Las formaciones parecían casi irreales bajo las luces de colores, pero aún se percibía ese aroma mineral tan característico.
Estar sobre la plataforma de cristal fue otra experiencia. Me temblaron un poco las piernas al mirar hacia abajo—directo al mar que se veía lejísimos. La vista abarcaba desde España hasta África, con gaviotas volando y un leve murmullo del tráfico en el pueblo abajo. Terminamos recorriendo los túneles antiguos de 1783; nuestro guía nos mostró grafitis que dejaron soldados hace siglos. Es increíble pensar cuánta historia cabe en un lugar tan pequeño.
¡Por supuesto! A los niños les encanta ver a los monos y hay caminos accesibles para cochecitos, además de asientos para bebés si los necesitas.
El recorrido estándar suele durar unas dos horas, aunque puede variar según el tamaño del grupo y el ritmo.
Sí, todas las entradas a la Reserva Natural y los principales puntos están incluidas en tu reserva.
Tu entrada cubre el acceso a cuatro sitios principales—incluyendo la Cueva de San Miguel y la plataforma de cristal—además de un guía bilingüe amable y transporte cómodo en grupo pequeño.
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