Viajarás al corazón montañoso de Georgia, explorando fortalezas ancestrales, probando delicias locales y caminando hasta la Iglesia de la Trinidad de Gergeti con vistas panorámicas al Monte Kazbegi. Un día completo lleno de historias, paisajes y momentos inolvidables.
Salimos de Tbilisi temprano, justo cuando la ciudad comenzaba a despertar. Nuestro guía Tamaz conocía cada curva de la Carretera Militar de Georgia. Primera parada: la Fortaleza de Ananuri. El aire olía a pino y a humo de leña, proveniente de un vendedor ambulante que asaba maíz junto a la carretera. Recorrimos las antiguas murallas de piedra, asomándonos por las saeteras hacia el Lago Zhinvali, cuyo agua azul parecía casi irreal contra las colinas. Tamaz nos mostró grabados en la puerta de la iglesia que la mayoría pasa por alto. Nos contó historias del clan Aragvi que gobernó estas tierras; casi podías imaginar a sus guardianes vigilando desde esas torres en busca de invasores.
De nuevo en la carretera, pasamos por pequeños pueblos donde las vacas cruzaban perezosas nuestro camino. Al mediodía, las nubes comenzaron a cubrir las montañas cuando llegamos a Gudauri. Aunque no era temporada de esquí, el lugar tenía vida: parapentistas surcando los termales sobre nosotros y niños locales vendiendo churchkhela (esas golosinas de nueces y uvas) al borde del camino. Las vistas se extienden hasta el infinito; no es difícil entender por qué es un paraíso para esquiadores y senderistas.
Stepantsminda se sentía más tranquila, casi en silencio bajo la sombra del Kazbegi. La caminata hasta la Iglesia de la Trinidad de Gergeti fue más empinada de lo que esperaba (¡lleva buen calzado!), pero valió cada paso. Arriba, el viento nos azotaba y las campanas sonaban suavemente desde la torre medieval junto a la iglesia. Nuestro guía nos contó que los locales todavía suben aquí para bodas y bendiciones especiales. Allí, con las botas hundidas en la hierba y las nubes deslizándose junto a la cima del Kazbek, sentí que formaba parte de algo antiguo y profundo.
El sendero tiene unos 3 km de ida y vuelta con tramos empinados. La mayoría de personas con condición física media pueden hacerlo; solo usa zapatos resistentes y ve con calma.
El almuerzo no está incluido, pero hay opciones en Stepantsminda o en el Rooms Hotel Kazbegi si quieres algo especial. También puedes llevar snacks para el camino.
¡Claro! Gudauri ofrece vistas increíbles todo el año y puedes ver parapentistas o probar dulces locales de los vendedores ambulantes incluso fuera del invierno.
Sí, hay asientos especiales para bebés bajo pedido; solo avísanos con anticipación para prepararlo todo para tu familia.
Tu excursión privada incluye recogida y regreso al hotel en Tbilisi, transporte privado cómodo durante todo el día y un guía local experto que conoce todos los detalles ocultos del recorrido.
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