Recorrerás las calles empedradas de Vieux Lyon con un guía local, atravesarás traboules secretos usados por trabajadores de la seda y la resistencia, visitarás una tienda tradicional con gusanos de seda vivos, y harás paradas en lugares emblemáticos como la catedral y el Théâtre des Célestins. Prepárate para sorpresas y momentos que no olvidarás.
Parpadeas y ya estás en Vieux Lyon, con sus piedras gastadas y ese leve aroma a pan recién horneado que parecía venir de algún rincón escondido. Nuestro guía Paul ya nos esperaba junto a la catedral, sonriendo como si acabara de escuchar un buen chiste. El reloj astronómico dentro daba las campanadas, el eco rebotando en la piedra antigua. No sé por qué, pero la luz aquí se sentía distinta — como dorada, aunque era una mañana normal.
Nos metimos en uno de esos traboules — pasajes secretos de los que solo había leído antes. Pensé que serían oscuros o estrechos, pero en realidad eran frescos y silenciosos, como si la ciudad hubiera pausado un instante. Paul nos señaló unas marcas en las paredes, huellas de los trabajadores de la seda de hace siglos. Nos contó cómo esos pasajes sirvieron para que la gente escapara durante la Segunda Guerra Mundial (dijo “la resistencia” y bajó un poco la voz). Traté de imaginarlo, pero sobre todo sentí la aspereza de la piedra bajo mi mano.
Había una tiendita de seda diminuta — se olía algo terroso, ¿hojas de morera quizá? Vimos gusanos de seda vivos moviéndose en su caja (no esperaba que fueran tan… normales). Alguien preguntó por Paul Bocuse y la comida en Lyon; Paul se rió y dijo que aquí todos tienen una opinión sobre los bouchons. Más tarde paramos en un patio lleno de miniaturas — pequeños decorados de cine tras cristales — y me sorprendió la cantidad de detalle que alguien se había tomado la molestia de crear.
El Palacio de Justicia parecía cargado de historia; Paul mencionó el juicio a Klaus Barbie casi de pasada, pero se notaba que le importaba. Terminamos frente al Théâtre des Célestins, donde unos niños perseguían palomas en la plaza. Para entonces me dolían los pies, pero aún recuerdo esa vista al río — nada perfecta ni dramática, solo la vida real pasando a tu alrededor.
No hay una duración exacta, pero la mayoría de los tours guiados en Vieux Lyon suelen durar entre 2 y 3 horas, según el ritmo del grupo.
Sí, todas las entradas y tasas están incluidas en la reserva de este tour por Vieux Lyon.
Sí, bebés y niños pequeños pueden participar; se permiten cochecitos durante todo el recorrido.
Pararemos en una tienda tradicional de seda donde podrás ver gusanos de seda vivos en temporada y aprender sobre telares jacquard.
No incluye comidas, pero escucharás historias sobre los famosos bouchons y la gastronomía de Lyon durante el paseo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca tanto del inicio como del final del tour.
Un guía local experto llamado Paul suele conducir la mayoría de los tours en inglés.
Visitarás la Catedral de Lyon (con su reloj astronómico), traboules, el patio del Musée Miniature et Cinéma, La Tour Rose, el Palacio de Justicia, la fachada del Théâtre des Célestins, la calle principal de tiendas y el Hôtel Dieu.
Tu día incluye todas las entradas a los lugares destacados de Vieux Lyon, además de las historias de tu guía local mientras exploras traboules, visitas tiendas de seda (con posibilidad de ver gusanos vivos), admiras monumentos históricos como la Catedral de Lyon y el Théâtre des Célestins, paseas por las principales calles comerciales y terminas cerca del Hôtel Dieu — todo a un ritmo tranquilo para la mayoría de visitantes.
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