Pasea por Saint-Germain en París con un guía local, probando chocolates, pasteles, caramelos y delicados macarons en tiendas legendarias. Disfruta de la hora del té mientras la lluvia cae o entra el sol — cada bocado viene con una historia o una sonrisa. No es solo dulce, es sentirte parte de París por una tarde.
¿Alguna vez te has preguntado si se puede saborear la felicidad? Yo tampoco lo creía, hasta que paseamos por Saint-Germain con nuestra guía, Camille, y fue como si todos los demás olores desaparecieran — solo quedaba el aroma a chocolate caliente y a pasteles recién horneados. La primera parada fue una pequeña chocolatería donde el dueño nos saludó con un gesto (y juraría que con un toque de orgullo). Probamos algo llamado “praliné feuilleté” — capas crujientes bajo un chocolate sedoso — y seguro que hice un sonido raro. Camille solo sonrió y dijo: “Aquí es normal”.
Pensé que me llenaría o me cansaría de tanto dulce, pero no fue así. En la siguiente parada probamos macarons tan delicados que casi se deshacían antes de masticar. Alguien del grupo intentó adivinar el sabor (¿frambuesa? ¿rosa?) y el dueño de la tienda se rió suavemente de nuestros intentos. Afuera empezó a llover, pero en realidad eso hizo que todo se sintiera más acogedor — viendo a los parisinos pasar rápido mientras nosotros disfrutábamos de un espeso chocolate caliente dentro. Hay algo en compartir estos pequeños rituales que te hace sentir menos turista, aunque sea por un momento.
En la tercera parada tenía las manos pegajosas de caramelo y ni me importó. Hablamos de cómo los parisinos compran chocolates para todas las fiestas (y a veces solo porque sí), y Camille nos contó que se dice que a María Antonieta también le encantaban estos dulces. Intenté decir “brioche” como ella, pero me equivoqué — se rió y me corrigió con cariño. Es curioso lo que se queda: no solo los sabores, sino esos pequeños momentos de conexión. Si buscas una escapada en París que sea indulgente y a la vez te haga sentir en casa, este tour de chocolate por Saint-Germain es justo lo que necesitas.
No hay un tiempo exacto, pero espera una tarde tranquila con varias paradas para probar dulces.
No, el enfoque está en dulces como chocolates, pasteles, caramelos, macarons y té o chocolate caliente.
Sí, se puede hacer con bebés y niños pequeños en cochecito o carrito.
Sí, se realiza bajo cualquier clima; solo viste apropiadamente para lluvia o sol.
El grupo es pequeño, máximo 8 personas por reserva para una experiencia más cercana.
No se proporciona agua embotellada; se recomienda traer botella reutilizable para mantenerse hidratado.
Puede haber guía multilingüe; siempre está disponible el inglés.
Tu día incluye visitas guiadas a chocolaterías y pastelerías reconocidas en el 6º distrito de París, degustación de macarons, pasteles, caramelos y algunos de los mejores chocolates de Francia (con sorpresas), además de una pausa para té o chocolate caliente — todo acompañado por un guía local apasionado que comparte historias durante el recorrido.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?