Recorre calles ocres en Roussillon, haz fotos con vistas a las colinas del Luberon y explora pueblos en las alturas como Gordes con un guía local. Incluye transporte en minivan desde Aviñón para que disfrutes sin preocupaciones. Prepárate para momentos tranquilos y pequeñas sorpresas.
Siempre imaginé Provenza como campos de lavanda y pueblos tranquilos, pero el Luberon es otra historia — te sorprende sin avisar. Salimos de Aviñón justo después de comer, nos apretujamos en una pequeña minivan (aire acondicionado, menos mal), y nuestra guía Camille empezó a señalar viñedos y esas casas de piedra clara. La carretera serpenteaba entre colinas que parecían pintadas, con verdes suaves y dorados polvorientos. No paraba de estirar el cuello para ver más — seguro que el chico de al lado se cansó de mí.
La primera parada fue Roussillon. Había visto fotos de sus acantilados ocres, pero estar allí es otra cosa: el color te cala hasta la piel — literalmente, si rozas las paredes. El aire olía dulce, como barro después de la lluvia. Camille nos contó sobre las antiguas minas de ocre; incluso nos mostró cómo los locales usaban ese pigmento para pintar sus casas. Intenté pronunciar “Roussillon” bien — Li se rió de mi acento (justo). Paseamos por callejuelas estrechas; compré un tarrito pequeño de miel a un señor mayor que apenas levantaba la vista de su crucigrama.
Después seguimos por el parque regional del Luberon — colinas infinitas y cipreses por doquier. Paramos rápido para fotos, todos bajamos para la típica postal desde la cima (casi se me cae el móvil en la hierba). Y de repente apareció Gordes, encaramado allá arriba, como si se sostuviera solo por orgullo. Las piedras estaban cálidas cuando me apoyé en ellas, esperando a que el grupo me alcanzara. Es más tranquilo de lo que esperaba; si te quedas quieto, escuchas a los pájaros rebotando en las paredes.
La tarde se fue volando — ¿demasiado rápido? Cuando llegamos a Lacoste, las sombras ya se alargaban sobre los adoquines y la gente empezaba a hablar de la cena en Aviñón. Pero, sinceramente, sigo pensando en ese momento en Roussillon cuando todo brillaba en rojo y dorado y nadie decía nada durante un par de minutos.
El tour es de 13:30 a 19:00, unas 5,5 horas en total.
Se visitan Roussillon, Gordes y Lacoste.
Incluye transporte en minivan con aire acondicionado, pero no especifica recogida en hotel.
No se permite la participación de niños menores de 4 años.
Sí, un conductor-guía acompaña al grupo durante toda la tarde.
El tour funciona de abril a octubre cada año.
La minivan tiene capacidad para hasta 8 pasajeros por grupo.
Tu tarde incluye transporte cómodo en minivan con aire acondicionado para 8 personas, además de la guía de un conductor local experto durante todo el recorrido entre Aviñón y los pueblos del Luberon.
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