Camina por la arena de Omaha Beach, sube a los acantilados de Pointe du Hoc y detente entre las filas silenciosas del Cementerio Americano, todo con un guía local que da vida a las historias del Día D. Incluye recogida en puerto o hotel en Le Havre y almuerzo para que disfrutes del mar mientras la historia te envuelve.
“¿Eres americano?” nos preguntó nuestro guía Jean mientras salíamos del coche en Le Havre. Sonrió cuando asentí y se tocó el bolsillo de la chaqueta: había traído un pequeño pin de las estrellas y barras para lucir todo el día. No me lo esperaba. El viento del Canal de la Mancha era frío, pero Jean no paraba de contar historias mientras atravesábamos campos verdes salpicados de vacas. El trayecto desde Le Havre me pareció más largo de lo que esperaba (¿una hora y media?), pero en realidad ni lo noté porque nos hacía imaginar cómo eran estas carreteras en 1944.
La primera parada fue el Cementerio Alemán de La Cambe. Allí reina un silencio que pesa más que cualquier ruido. Cruces negras alineadas, un césped más verde que en cualquier otro lugar del viaje. Una pareja francesa se quedó mucho tiempo junto a una tumba; me sorprendí conteniendo la respiración sin darme cuenta. Jean no dijo mucho, solo nos dejó caminar y explorar. Me alegro de que lo hiciera.
Después llegamos a Pointe du Hoc y, vaya, esos acantilados son más empinados de lo que parecen en las fotos. Aún se ven cráteres de bombas por todas partes, y los búnkeres se sienten fríos incluso en un día templado. Jean señaló por dónde subieron los Rangers; alguien detrás de mí susurró “¿cómo lo lograron?”. Nos quedamos en silencio un rato, sin selfies ni distracciones.
Omaha Beach es simplemente arena común hasta que empiezas a pensar en lo que pasó allí. El almuerzo fue sencillo: un bocadillo de baguette bien envuelto, una botella de agua que sudaba en mi mano, y lo comimos sentados en el muro junto al mar viendo subir la marea. Reírse parecía inapropiado, pero alguien bromeó sobre la mayonesa francesa (que por cierto es mejor), y Jean sonrió en silencio como si ya la hubiera escuchado antes.
La última parte fue caminar por el Cementerio Americano en Colleville-sur-Mer. Cruces blancas alineadas hasta donde pierde la vista. Cantaban pájaros, pájaros normales, pero aquí sonaban diferentes. Todavía pienso en esa vista desde los acantilados hacia Omaha Beach abajo. De vuelta a Le Havre, todos íbamos callados salvo Jean, que tarareaba una vieja canción. No sé qué más decir, salvo que si quieres sentir la historia en vez de solo leerla, este tour vale cada minuto.
Es una experiencia de día completo pensada para ajustarse a los horarios de los cruceros en el puerto de Le Havre.
Sí, incluye recogida y regreso desde el puerto de cruceros o tu hotel en Le Havre.
Visitarás el Cementerio Alemán de La Cambe, Pointe du Hoc, Omaha Beach (con almuerzo) y el Cementerio Americano en Colleville-sur-Mer.
Sí, incluye un almuerzo para llevar con bocadillo de baguette, agua y postre durante la parada en Omaha Beach.
Por favor avisa al menos 72 horas antes si necesitas opciones vegetarianas o sin gluten para el almuerzo.
El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos cada tramo, según el tráfico.
Sí, los animales de servicio están permitidos en el tour por las playas del Día D en Normandía.
Los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito durante el tour.
Tu día incluye recogida puntual en puerto o hotel de Le Havre, transporte entre sitios como Pointe du Hoc y Omaha Beach con un guía experto que comparte historias locales, entrada a cada memorial, además de un almuerzo para llevar con bocadillo, agua y postre antes de regresar con tiempo para abordar tu barco.
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