Sube las emblemáticas escaleras de la Torre Eiffel con un guía local que comparte historias curiosas y detalles ocultos. Camina sobre un suelo de cristal, haz pausas para escuchar anécdotas y, si quieres, sube en ascensor a la cima para vistas aún más impresionantes, todo en un grupo pequeño y cercano.
“¿Seguro que quieres subir por las escaleras?” nos sonrió la guía, mostrando su acreditación mientras nos reuníamos al pie de la Torre Eiffel. El aroma de castañas asadas llegaba desde un carrito cercano y, siendo sincero, me entraron un poco de nervios al mirar hacia arriba y ver todo ese hierro. Pero había algo en formar parte de este grupo pequeño —todos mirando sus zapatos en silencio— que hacía que no pareciera una típica actividad turística, sino una pequeña aventura compartida. Nuestra guía, Camille, empezó contándonos datos curiosos sobre Gustave Eiffel y cómo los parisinos odiaban esta estructura al principio. No esperaba reírme tanto antes siquiera de pisar los primeros escalones.
La subida en sí… es un buen ejercicio. Las escaleras son antiguas y cada paso resuena un poco, pero había pausas donde Camille señalaba grafitis de hace décadas o saludaba a niños abajo. En un descanso nos mostró unas iniciales grabadas en los años 20 —detalles que pasarías por alto si solo subieras en ascensor. El aire cambiaba a medida que subíamos; se mezclaban olores a metal y a la lluvia que había caído esa mañana. En el primer piso, al estar sobre el suelo de cristal mirando hacia abajo, se me aflojaron las piernas por un instante. Alguien detrás murmuró “mon dieu” y sí, yo también lo pensé.
Cuando llegamos al segundo piso, París parecía casi irreal, como dibujado con lápiz gris suave. Si vas a hacer esta subida por la Torre Eiffel desde París, te recomiendo no ir con prisa. El ruido de la ciudad se queda abajo; solo escuchas el viento y las risas sorprendidas cuando alguien ve el Sacré-Cœur o los pequeños barcos en el Sena. Algunos del grupo habían reservado también el ascensor hasta la cima (los que conocen Machu Picchu y Cusco lo entenderán), pero yo preferí quedarme un rato más disfrutando la vista. Si la cima está abierta, vale la pena; pero aunque no, la experiencia ya es suficiente.
Subirás más de 600 escalones hasta el primer y segundo piso durante esta visita guiada.
El acceso a la cima en ascensor solo está incluido si eliges esa opción al reservar.
Si por clima o mantenimiento la cima está cerrada el día de tu visita, te reembolsarán esa parte.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecitos o carritos durante la visita.
No, solo incluye las entradas y la subida guiada por las escaleras, no comidas.
Se recomienda tener una condición física moderada; no es apto para embarazadas ni personas con problemas cardíacos.
Sí, los animales de servicio pueden acompañarte durante la experiencia.
El tour empieza en la base de la Torre Eiffel, en el distrito 7 de París.
Tu día incluye entradas para el primer y segundo piso de la Torre Eiffel con una subida guiada por escaleras liderada por un guía local profesional; si eliges la opción, también el ascensor a la cima, además de muchas historias en cada paso.
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