Sube a un barco Bateaux-Mouches para una cena nocturna por el Sena en París con música en vivo y un menú francés de cuatro tiempos (más champán). Disfruta de vistas a Notre Dame y Pont Neuf mientras te relajas junto a locales y viajeros — una experiencia que queda en la memoria mucho después de volver a tierra.
“Si quieres ver a París enamorarse de sí misma, mira el río de noche”, nos dijo el camarero mientras servía la primera copa de champán. Apenas me acomodé junto a la ventana cuando el barco se alejó del muelle — se escuchaba un suave zumbido de los motores y de repente estábamos deslizándonos frente a Notre Dame, con sus torres iluminadas contra el crepúsculo. El aire dentro olía a pan recién horneado y a un toque floral del perfume de alguien cercano. No paraba de apoyar mis dedos en el frío cristal, intentando atrapar cada reflejo afuera — es difícil no sentirse dentro de una película antigua.
La cena tuvo cuatro tiempos (perdí la cuenta de qué tenedor usar después del segundo), pero lo que más recuerdo es el sabor del postre de chocolate — intenso pero sin ser empalagoso. Nuestra guía, Lucie, se acercaba a cada mesa para ver si necesitábamos algo o queríamos escuchar historias sobre lo que íbamos viendo. Señaló el Pont Neuf y nos contó que Jean Bruel inventó estos cruceros Bateaux-Mouches en 1949; al principio los parisinos pensaban que estaba un poco loco. También hubo música en vivo — una pareja tocando canciones de Edith Piaf — y en un momento alguien pidió matrimonio en una mesa cercana. Todos aplaudimos, aunque la mayoría no nos conocíamos.
No esperaba reír tanto en una noche “romántica” (mi pareja intentó pronunciar Conciergerie y se rindió a mitad de camino). La ciudad desde el agua se veía diferente — más suave, menos apresurada. De vez en cuando alguien saludaba desde uno de los puentes o veías a una pareja bailando en la cubierta superior. Cuando pasamos frente a la Torre Eiffel toda iluminada, me di cuenta de que hacía horas que no miraba el móvil. Eso es raro en mí.
No, no incluye recogida; los pasajeros embarcan directamente en el muelle.
Incluye cena de cuatro tiempos, una copa de champán y música en vivo.
Sí, se requiere vestimenta formal para esta experiencia nocturna.
El menú ofrece opciones; consulta con el camarero a bordo para platos vegetarianos.
El crucero dura aproximadamente tres horas por el río Sena.
Sí, el embarque es accesible para personas con movilidad reducida.
Sí, las familias son bienvenidas y hay asientos especiales para bebés si se necesitan.
Tu noche incluye embarque en un barco restaurante Bateaux-Mouches en París, una cena francesa de cuatro tiempos servida en tu mesa con una copa de champán para empezar, además de música en vivo durante las tres horas de recorrido por el Sena antes de regresar a tierra esa misma noche.
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