Viaja desde Le Havre con un guía local que da vida a la historia del Día D en Normandía con relatos y detalles que pasarías por alto solo. Recorre los acantilados de Pointe du Hoc, haz una pausa para almorzar en Omaha Beach y dedica tiempo a la reflexión entre las cruces blancas del Cementerio Americano antes de regresar tranquilamente a tu barco.
“¿Ves esta piedra? No es solo un marcador. Cada una tiene un nombre, o a veces solo ‘Conocido por Dios’”, nos dijo Michel en voz baja mientras caminábamos por el Cementerio Alemán de La Cambe. La hierba aún estaba húmeda por la lluvia de la noche anterior—para mí, Normandía siempre huele a tierra mojada y aire salado. No sabía muy bien qué decir, así que simplemente escuché. Éramos pocos esa mañana, avanzando en silencio entre las filas, solo interrumpidos por los cuervos que volaban arriba. La sensación era intensa pero sincera.
El viaje desde Le Havre no fue largo—quizás una hora y media. Michel señalaba viejas granjas y pequeños detalles que yo jamás habría notado por mi cuenta. Al llegar a Pointe du Hoc, el viento casi me vuela el sombrero (debí haberlo atado mejor). Los acantilados son salvajes aquí; aún se ven cráteres y bunkers de concreto destruidos desde el Día D. Algunos sacaron fotos, pero yo solo pasé la mano por la piedra áspera—fría y llena de marcas, como si guardara todos los recuerdos. Alguien del grupo intentó pronunciar “Rangers” en francés; Michel sonrió pero no corrigió.
El almuerzo fue más tarde en Omaha Beach—una baguette casera bien envuelta con queso y jamón, agua y una pequeña tarta de albaricoque que me recordó a las excursiones escolares. Comimos sentados en unas dunas bajas mirando al mar. Es curioso lo normal que se ve ahora, con niños jugando a lo lejos mientras piensas en todo lo que pasó aquí. La arena se mete por todos lados. Después caminamos por la playa—sin discursos ni nada formal—solo tiempo para pensar.
La última parada fue el Cementerio Americano en Colleville-sur-Mer. Creí estar preparado, pero ver todas esas cruces blancas alineadas sobre el verde fue otra cosa. Michel nos dejó quedarnos el tiempo que quisiéramos; dijo que no hay una forma correcta de vivir este momento. Me puse a leer nombres hasta que la vista se me nubló un poco—quizás por el sol, o quizás no. En el camino de regreso a Le Havre todos guardaron silencio, salvo algunas risas suaves cuando alguien se dio cuenta de que tenía arena en los zapatos otra vez. Aún ahora, días después, sigo pensando en esa vista sobre Omaha Beach—la luz era dorada y tenue, como un cierre y un comienzo al mismo tiempo.
La excursión dura todo el día y está diseñada para ajustarse a los horarios de los cruceros que salen de Le Havre.
Visitarás el Cementerio Alemán de La Cambe, Pointe du Hoc, Omaha Beach (con almuerzo) y el Cementerio Americano en Colleville-sur-Mer.
Sí, incluye un almuerzo casero para llevar con baguette, agua y postre durante la parada en Omaha Beach.
Sí, está incluida la recogida y regreso al puerto de cruceros de Le Havre.
Tu guía es local y experto en la historia de la Segunda Guerra Mundial y los eventos del Día D en Normandía.
Se requiere una condición física moderada; se camina en sitios históricos que incluyen terrenos irregulares en Pointe du Hoc.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos o carriolas a bordo.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la excursión.
Tu día incluye recogida y regreso desde el puerto o hotel en Le Havre, transporte entre los sitios del Día D en Normandía como Pointe du Hoc y Omaha Beach con un guía local experto que comparte historias durante el trayecto, además de un almuerzo casero con baguette, agua y postre antes de volver cómodamente a tu barco a tiempo para la salida.
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