Viaja desde Colmar por los mercados navideños más bonitos de Alsacia con un guía local — prueba vino caliente en Eguisheim, recorre las calles festivas de Riquewihr, disfruta las luces nocturnas de Kaysersberg y termina con una cata de vinos antes de regresar. No es tanto para comprar, sino para empaparte de ese ambiente navideño que no se puede explicar con palabras.
Salí esa mañana en Colmar todavía medio dormido, para ser sincero — pero el conductor ya nos saludaba con una sonrisa como si nos conociera de toda la vida. Nos metimos en la furgoneta (no es un grupo grande, lo que me gustó), y lo primero que noté fue el aire frío y fresco, con un toque de canela que venía de algún lado. Nuestro guía — ¿Jean? No, Julien — empezó a contarnos la historia de Alsacia mientras pasábamos entre viñedos que parecían plateados con la luz invernal. Señaló un nido de cigüeña en un tejado; dicen que es buena suerte verlo. Intenté sacar una foto pero solo capté mi reflejo en la ventana.
La primera parada fue Eguisheim. El mercado parecía sacado de un cuento antiguo — puestos de madera, guirnaldas brillantes, gente abrigada con mejillas sonrojadas. Alguien me dio una tacita de vin chaud (vino caliente especiado) y casi me quemo la lengua, pero valió la pena. También había unos pastelitos — ¿bredele? — mantecosos y con especias. Julien nos presentó a una mujer que vendía adornos pintados a mano; me enseñó cómo pinta cada uno a la luz de una vela en casa. Mi francés es pésimo, pero ella sonrió igual.
Después paseamos por Riquewihr y luego Kaysersberg cuando empezó a anochecer. Las luces aquí son diferentes de noche — más suaves, iluminando las casas entramadas. Los niños corrían con galletas de jengibre y alguien empezó a cantar bajito cerca de las escaleras de la iglesia. Antes de volver a Colmar paramos en una bodega familiar escondida tras una puerta antigua; probamos tres tipos de Riesling (me gustó más el más seco). No sé si fue el vino o la calidez que sentí en medio del frío, pero me sentí como en casa.
El tour dura casi todo el día, con paradas en tres pueblos y una cata de vinos antes de volver a Colmar.
La excursión incluye los mercados navideños de Eguisheim, Riquewihr y Kaysersberg.
Sí, la recogida y regreso al hotel cerca de Colmar están incluidos en la reserva.
Sí, se visita una bodega donde se hacen catas de vino como parte de la experiencia.
Los niños son bienvenidos acompañados por un adulto; hay asientos para bebés si es necesario.
Tendrás tiempo libre para pasear a tu ritmo en cada parada.
No incluye almuerzo completo, pero puedes probar snacks como pasteles o vino caliente en los mercados.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel cerca de Colmar, transporte en minivan con conductor-guía que te llevará por los pueblos navideños de Alsacia, agua embotellada durante el trayecto y una parada para cata de vinos antes de volver por la tarde.
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