Recorre las calles vibrantes de Lyon en bicitaxi con un guía local que conoce cada atajo y historia. Paradas espontáneas en murales y traboules secretos, tiempo en Plaza Bellecour y Teatro de los Célestins, además de recogida en hotel para tours largos. Te llevarás Lyon en el corazón, aunque solo sea por una tarde.
Al principio no pensé que me sentiría tan expuesto en un bicitaxi, como si la ciudad me viera tanto como yo a ella. Pero al llegar a la Plaza Bellecour, con la estatua de Luis XIV justo ahí y gente cruzando en todas direcciones, me relajé. Nuestro guía, François (que parecía conocer a todo el mundo), empezó a contar cómo Lyon creció alrededor de este lugar. Señaló detalles que a pie me habrían pasado desapercibidos: cómo la luz da en la piedra en ciertos ángulos o cómo los locales se funden con los cafés que bordean la plaza.
Recorrimos callejones estrechos donde no llegan los coches, pasando por escaparates de panaderías que dejaban escapar ese aroma a mantequilla (juro que casi pido parar para un croissant). En el Teatro de los Célestins, François se detuvo y nos dejó asomarnos por un extraño periscopio: nos contó que era parte de un viejo truco teatral. La fachada del teatro brillaba dorada bajo el sol de la tarde, pero yo estaba más distraído con un grupo de adolescentes practicando baile en las escaleras. Era como si entre monumentos nos regalasen pequeños momentos de vida real.
Luego llegó mi parte favorita: atravesar una de las traboules de Lyon. El aire cambió, más fresco, con ecos de pasos sobre piedras antiguas, paredes tan cercanas que casi rozaban el hombro si no tenías cuidado. François nos contó historias de trabajadores de la seda que se colaban por aquí durante huelgas; intenté imaginarlo, pero sobre todo agradecí tener guía porque me habría perdido en dos giros. También pasamos por paredes pintadas — esos enormes murales con caras famosas de la historia de Lyon. En uno había un gato pintado en una ventana; François sonrió cuando lo vi y dijo que los locales lo ven como una especie de mascota.
El tour privado en bicitaxi terminó antes de darme cuenta. Recorrimos mucho terreno: el Hôtel de Ville, la fuente Bartholdi lanzando agua en la bruma, incluso vimos por dentro la Ópera de Lyon cuando alguien dejó una puerta lateral abierta (no sé si debíamos mirar). Lo mejor fue poder parar cuando la curiosidad nos daba ganas, sin prisas ni grupos grandes apurándonos. Si buscas un plan diferente para un día en Lyon y no quieres otra caminata, esto es justo lo que necesitas.
Sí, la recogida en hotel está incluida en las opciones de 2 y 3 horas.
Plaza Bellecour, Teatro de los Célestins, Catedral de Lyon, traboules, zona del Hôtel de Ville con la Fuente Bartholdi y la Ópera.
Sí, los bebés pueden ir, pero deben ir en el regazo de un adulto.
Sí, los animales de servicio están permitidos.
El itinerario es flexible, se pueden hacer paradas espontáneas según tus intereses.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los puntos de bajada.
Tu día incluye guía local profesional durante todo el recorrido privado en bicitaxi por el centro de Lyon—con pantalla de protección de flexiglass para tu comodidad—y recogida en hotel si eliges la opción de 2 o 3 horas. Todas las edades son bienvenidas y puedes llevar animales de servicio.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?