Recorre en 4x4 los rincones más salvajes del sur de Córcega desde Porto-Vecchio, acompañado por un guía local que conoce cada curva. Pasea entre pinos laricio, respira hierbas silvestres, disfruta un almuerzo tradicional en la montaña y detente en esos silencios sorprendentes sobre los picos de Bavella—quizá los recuerdes mucho después de volver.
Confieso que tenía curiosidad pero también un poco de escepticismo: ¿qué tan diferente podría ser una excursión de un día por el sur de Córcega? Pero al salir de Porto-Vecchio en ese 4x4 algo desgastado, con las ventanas bajadas, capté el primer aroma intenso de tomillo silvestre y algo más—¿immortelle? Nuestro guía Jean-Marc (nacido aquí, conocía cada curva) sonrió al verme olfatear el aire. “Eso es Córcega,” dijo. Rebotamos por caminos de tierra entre pinares tan altos que la luz parecía verde. A veces parábamos solo para escuchar—el viento en las agujas, agua distante en algún lugar abajo. Intenté nombrar todas las plantas pero me rendí a los cinco minutos; Jean-Marc se rió y me dio una ramita. Olía a miel calentada por el sol y a pimienta.
Los panoramas alrededor de Bavella son... bueno, te sorprenden. Vas serpenteando por curvas cerradas y de repente aparece esa vista—picos afilados, cielo azul profundo, nada entre tú y ese espacio salvo quizás unas cabras que te miran como si estuvieras perdido. Caminamos un poco (camino fácil, nada complicado), y me encontraba deteniéndome para admirar cómo la luz iluminaba esas rocas. Hubo un momento en que todos callamos al mismo tiempo—no planeado, solo uno de esos silencios que se sienten enormes.
El almuerzo fue en un lugar de montaña que desde afuera no parecía gran cosa pero vaya—el pan aún tibio, algo ahumado en el queso, embutidos locales con un sabor más intenso que cualquier cosa que hubiera probado en la ciudad. El dueño salió a ofrecernos un licor de mirto al final; mi francés es bastante malo pero igual brindamos. Después paseamos junto a un lago y nos mojamos las manos (¡frío!). El regreso fue más tranquilo—quizá por cansancio o simplemente dejando que todo se asiente. Aún pienso en esa vista sobre Bavella cuando el ruido de casa me abruma.
Sí, incluye almuerzo en un restaurante de montaña con platos tradicionales corsos.
La caminata es fácil y apta para todos los niveles físicos.
Sí, hay asientos especiales para bebés y se aceptan todas las edades.
Descubrirás plantas aromáticas corsas como la immortelle y el tomillo durante el tour.
La salida es desde Porto-Vecchio; consulta con tu proveedor para detalles específicos de recogida.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
No se especifica la duración exacta, pero se trata de una experiencia de día completo incluyendo el traslado.
Tu día incluye agua embotellada para el viaje, snacks en el camino, una caminata fácil por los bosques de pinos corsos para disfrutar vistas panorámicas cerca de Bavella, además de un almuerzo en un restaurante de montaña con platos tradicionales, todo guiado por alguien que creció en estas colinas.
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