Cambia el ruido de la ciudad por senderos con olor a pino sobre Marsella, guiado por un local que te llevará por los valles rocosos de las Calanques. Disfruta de snacks compartidos en miradores panorámicos, risas por el francés torpe y tiempo para perderte mirando el agua turquesa abajo. Trae tu tentempié favorito para el picnic o simplemente disfruta lo que se comparte.
No esperaba que la ciudad quedara atrás tan rápido: un momento estábamos esquivando estudiantes cerca de la Universidad Aix-Marseille, y al siguiente ya estábamos envueltos en el silencio y el aroma a pino. Nuestra guía, Lucie, nos abrió la puerta del parque con una sonrisa cómplice, como si guardara un secreto. La ruta por las Calanques empezó suave, pero ya sentía ese aire salado mezclado con la resina de los árboles. Alguien detrás intentó pronunciar “Sugiton” bien (yo ni lo intenté) y Lucie se rió, corrigiéndonos con cariño en francés.
El sendero serpenteaba entre rocas claras y matorrales bajos, abriéndose a veces a esos trozos de mar azul salvaje que parecían de mentira. Paramos en un mirador — la verdad, agradecí el descanso — y Lucie sacó unas aceitunas y pan que había traído. Yo llevaba mi propio queso (quizá demasiado), así que improvisamos un picnic ahí mismo sobre las rocas. Cerca había un grupo de escaladores locales, animándose en francés rapidísimo mientras alguien subía la Grande Candelle sin cuerdas. Solo verlo me puso nervioso.
Después, bajando hacia la Calanque de Saint-Jean de Dieu, las rodillas me protestaban un poco, pero no podía dejar de mirar el agua abajo — un turquesa imposible que parecía pintado. El sol jugaba entre nubes finas; a ratos sentías un calor repentino en la espalda y luego otra vez el viento fresco. Lucie nos contó de sus excursiones de niña por aquí y señaló dónde a veces aparecen delfines (hoy no fue el caso). De regreso me di cuenta de lo callado que estaba — algo en esos acantilados despeja la mente de verdad. Sigo pensando en esa vista.
La caminata comienza en el campus de la Universidad Aix-Marseille, cerca de la entrada al parque de las Calanques.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para llegar o salir de Marsella fácilmente.
La guía lleva snacks para compartir en un picnic; también puedes llevar tu propia comida.
Se requiere una condición física moderada; no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de espalda o corazón.
Incluye miradores sobre Sugiton, la Calanque de Saint-Jean de Dieu y vistas a la Grande Candelle.
Tu día incluye la compañía de una guía local que lleva snacks para compartir en un picnic a mitad de ruta — también puedes llevar tus favoritos — y toda la logística para encontrarse en la Universidad Aix-Marseille con transporte público sencillo de ida y vuelta.
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