Explora Aix-en-Provence a tu ritmo con una búsqueda del tesoro autoguiada desde tu móvil. Resuelve enigmas divertidos, haz fotos creativas y descubre rincones escondidos entre lugares como Place d’Albertas y Cathédrale Saint-Sauveur. Sin límite de tiempo y con acceso inmediato a la app tras reservar, notarás detalles y momentos que otros pasan por alto.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido de las fuentes — ese suave chapoteo que rebotaba en las piedras antiguas mientras estábamos en la Place d'Albertas, entrecerrando los ojos para mirar el móvil y luego las fachadas talladas. La app de la búsqueda del tesoro nos acababa de enviar la primera adivinanza, algo sobre la pata de un león (que yo ni vi — mi amigo la encontró antes de que terminara de leer). Había una mezcla de sol y sombra en la plaza, y la gente pasaba con baguettes bajo el brazo, sin prestarnos atención mientras discutíamos si girar a la izquierda o a la derecha. Me gustó que nadie nos apurara; parecía que la ciudad nos dejaba jugar.
Recorrimos calles estrechas, a veces riendo cuando nos atascábamos con alguna pista — una sobre un mosaico cerca de la Cathédrale Saint-Sauveur nos hizo dar la vuelta a la manzana dos veces. Una vecina con un pañuelo azul nos vio dándole vueltas a un cartel y sonrió, señalando discretamente la respuesta (intenté darle las gracias en francés, pero seguro soné como un turista perdido). El aire olía a café y jabón que venía de una ventana abierta arriba. Cada vez que resolvíamos algo, la app nos daba puntos y datos curiosos sobre Aix-en-Provence — algunos que ni había leído en las guías.
¿Lo mejor? No había horarios. Paramos a comer pasteles cerca de la Place des Prêcheurs (el croissant de almendra estaba tan hojaldrado que casi explotaba), y luego seguimos justo donde lo dejamos. La búsqueda no importaba si tardábamos una hora o tres. En un momento, el móvil vibró con otro reto fotográfico — “encuentra algo azul” — que terminó en un selfie absurdo frente a unas contraventanas pintadas. No sé si era eso, pero nos hizo reír igual. Es curioso cómo notas más detalles cuando buscas pistas en vez de solo seguir un mapa.
Sigo pensando en ese instante frente a la catedral cuando todo quedó en silencio por un segundo, salvo las campanas lejanas y nuestros pasos. ¿Sabes cuando sientes que estás dentro y fuera de un lugar al mismo tiempo? Eso fue lo que me dio esta búsqueda en Aix-en-Provence — la libertad de perderme sin sentirme perdido.
Normalmente dura entre 1 y 2 horas, pero no hay límite de tiempo: puedes ir tan rápido o lento como quieras.
Sí, es para todos los niveles y funciona muy bien para familias o grupos.
Sí, tras reservar recibirás un código para usar en la app Explorial en tu móvil.
La búsqueda se puede hacer en inglés, francés, italiano o alemán.
Puedes empezar cuando quieras, no hay horarios ni turnos establecidos.
No, es un recorrido al aire libre con pistas en espacios públicos, sin entradas incluidas.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de inicio.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la actividad.
Tu día incluye acceso a la app Explorial para un paseo autoguiado y búsqueda del tesoro por Aix-en-Provence — solo descarga la app tras reservar, usa tu código para desbloquear pistas y acertijos en los puntos clave de la ciudad, y explora a tu ritmo sin horarios ni guía.
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