Conoce a una familia local de pastores de renos cerca de Rovaniemi, deslízate por los bosques nevados de Laponia en un trineo tradicional y disfruta crepes recién hechos junto al fuego. Un fotógrafo profesional captura tu día para que tú también aparezcas en las fotos, no solo detrás de la cámara. Es una de esas pequeñas aventuras que recordarás mucho después de volver a casa.
Lo primero que noté fue el silencio — no un silencio absoluto, sino ese suave crujido de la nieve bajo las botas mientras seguíamos a nuestra guía hacia el corral de renos. El aire olía frío (si eso tiene sentido) y un poco dulce, como a pino en algún lugar cercano pero oculto. Nuestra guía, Anna, me pasó una bufanda extra porque había subestimado lo frío que pueden ser las mañanas en Laponia. Ella sonrió y dijo algo en finlandés a uno de los pastores — alcancé a escuchar “hyvää huomenta” y traté de repetirlo. Me gané una buena carcajada.
No esperaba que los renos fueran tan dóciles. Sus narices son más suaves de lo que parecen — uno me tocó el guante pidiendo más líquenes después de nuestro corto paseo de 2 km en trineo por el bosque. El trineo deslizaba silencioso sobre la nieve, solo se oían las campanillas del arnés y mi propia respiración en el aire frío. En un momento levanté la vista y me di cuenta de lo azul que estaba el cielo contra todo ese blanco — es difícil de describir si no lo has visto con tus propios ojos. Nuestro fotógrafo tomó una foto justo entonces; tengo curiosidad por ver cómo salió.
Después nos calentamos dentro con crepes y chocolate caliente (repetí, sin vergüenza). La hija del pastor nos enseñó a alimentar a los renos — ella lo hacía parecer fácil, pero el mío seguía intentando comerse mi manopla. Anna contó historias de su infancia aquí; al parecer su abuelo aún recuerda inviernos con aún más nieve que esta. Es curioso lo que se queda grabado — sigo pensando en ese momento en que todos reíamos por el cacao derramado, con las mejillas rojas por el frío.
Sí, el traslado de ida y vuelta desde el hotel está incluido en tu reserva.
El paseo en trineo recorre aproximadamente 2 kilómetros por el bosque nevado.
Sí, un fotógrafo profesional toma fotos durante la visita y te las envía después.
Disfrutarás crepes recién hechos junto con café, té o chocolate caliente tras las actividades.
Sí, después del paseo en trineo tendrás tiempo para alimentar y conocer a los renos de cerca.
Se incluye ropa térmica para que estés cómodo durante la visita.
La experiencia es adecuada para todos los niveles físicos y ofrece asientos especiales para bebés si es necesario.
Tu medio día incluye traslado de ida y vuelta desde Rovaniemi, transporte a una granja local de renos reservada solo para tu grupo pequeño, un paseo guiado de 2 km en trineo por el bosque nevado con una familia de pastores local, tiempo para alimentar a los renos tras el paseo, crepes recién hechos y bebidas calientes junto al fuego, ropa de invierno abrigada proporcionada en el lugar y fotos profesionales editadas que te enviarán después de la visita.
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