Despega desde la playa de Waikiki para un paseo en parasailing sobre aguas cristalinas con Diamond Head vigilando a lo lejos. Guías amigables te aseguran una experiencia segura mientras flotas alto sobre la costa de Honolulu. Grupos pequeños significan más tiempo en el aire y espacio para respirar ese aire salado antes de volver suavemente a tierra.
Subimos descalzos al bote justo frente a la playa de Waikiki — esa mañana donde el aire se siente pegajoso pero suave, y la mezcla de protector solar con sal en la piel es inevitable. Nuestro guía, Kaleo, sonreía mientras repartía chalecos salvavidas y soltaba un chiste sobre “no perder las chanclas en el Pacífico”. Se escuchaba a lo lejos el suave sonido de los ukeleles desde la orilla, pero al alejarnos, solo quedaban el viento y el golpeteo de las olas contra el casco. El equipo para parasailing parecía un poco intimidante al principio — tantas correas y enganches — pero Kaleo nos explicó todo con tanta paciencia que me relajé. Nos dijo que hoy, por ser un grupo pequeño, tendríamos más tiempo en el aire. No esperaba que el corazón me latiera tan fuerte cuando me engancharon.
El despegue fue sorprendentemente suave — un segundo estaba en la cubierta, y al siguiente flotaba sobre Waikiki con los pies colgando, los dedos moviéndose en el aire libre. La ciudad se hizo pequeña rápido, y de repente solo éramos yo, el paracaídas ondeando arriba y ese enorme tazón azul de océano debajo. Diamond Head estaba a un lado, como un viejo guardián verde. Allí arriba todo es silencio; casi no escuchas nada, solo tu risa nerviosa o algún grito lejano de alguien en el bote. El sol daba fuerte en la cara pero sin quemar, y por unos minutos olvidé todo excepto lo diminutos que se veían los hoteles desde arriba.
Le saludé con la mano a mi amiga (ella dice que me respondió, pero la verdad no lo supe), y traté de guardar ese momento — el viento tirando de mis brazos, la sal secándose en mis labios. Hay un instante al bajar donde parece que aterrizas en otro planeta. Kaleo me atrapó con firmeza y me preguntó si lo haría otra vez. Respondí que sí antes de pensarlo. A veces todavía recuerdo esa vista cuando cierro los ojos — ¿sabes?
La mayoría dura alrededor de una hora, dependiendo del tamaño del grupo y las condiciones.
Sí, el peso mínimo es 23 kg y el máximo combinado para el paracaídas es 204 kg.
Los niños deben tener al menos 5 años y pesar mínimo 23 kg para participar.
Incluye charla de seguridad, todo el equipo necesario (paracaídas, paseo en bote, arneses, chalecos) y guía de tripulación experta.
No incluye recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas espinales o cardiovasculares.
Sí, los viajes dependen del clima por razones de seguridad.
Tu día incluye una charla completa de seguridad antes del despegue, todo el equipo de parasailing como arneses y chalecos proporcionado por la tripulación amable a bordo del bote — solo trae ganas (y quizás un poco de nervios) para esta aventura de una hora sobre la costa de Waikiki.
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