Cambia el caos de Las Vegas por paisajes de arenisca ardiente en esta excursión de un día a Valley of Fire y Red Rock Canyon. Con un guía local que comparte historias (y snacks), caminarás entre rocas milenarias, podrás ver fauna si tienes suerte y disfrutarás de esos colores del desierto que se quedan contigo mucho tiempo.
No esperaba sentirme tan pequeño parado ahí, en Valley of Fire. Es curioso: dejas atrás todo el ruido de neón en Las Vegas y de repente estás en un lugar que parece antiguo y silencioso. Nuestra guía, María, creció cerca y no paraba de señalar detalles que yo habría pasado por alto: petroglifos grabados en la roca, lagartijas que se movían entre las sombras. El aire olía seco y un poco dulce, como a salvia quemada por el sol. En Elephant Rock nos quedamos un rato en silencio, sin decir nada — a veces el silencio vale más que cualquier foto.
El trayecto entre paradas fue más corto de lo que pensaba (quizá una hora), pero el paisaje no dejaba de cambiar — rojos que se volvían ocres, y luego otra vez rojos. En Rainbow Vista, María repartió snacks (mezcla de frutos secos y algo llamado dulce de tuna — raro pero delicioso), y vimos cómo la luz del sol se deslizaba por los acantilados. Éramos solo seis en la van, lo que hizo fácil hacer preguntas o simplemente dejarse llevar mirando cómo cambiaban los colores. Alguien vio una oveja cimarrona en una cresta lejana; casi no la veo porque estaba concentrado en pronunciar bien “Moapa”. María se rió de mi intento — parece que con los nombres locales soy un caso perdido.
Red Rock Canyon se sintió diferente. Las formaciones parecían más marcadas, más ásperas que las curvas suaves de Valley of Fire. Se veía claramente cómo todo había sido levantado por fuerzas tectónicas antiguas — ella nos explicó cómo el óxido de hierro creó esas rayas tan llamativas en la piedra. Tuvimos tiempo de sobra para pasear por Calico Hills; terminé pasando la mano por una roca porque estaba tibia por el sol de la tarde. Es curioso cómo recuerdas tanto las texturas como los paisajes.
Todavía pienso en ese último momento antes de irnos — el cielo tornándose dorado sobre Red Rock Canyon mientras todos guardaban silencio otra vez. Sin discursos ni nada, solo esa sensación compartida de haber visto algo más viejo que cualquier luz de ciudad.
El tour dura unas 4 horas explorando ambos parques, más el tiempo de traslado desde Las Vegas.
Sí, todas las entradas están incluidas en la reserva.
No hay almuerzo completo, pero sí snacks y agua embotellada durante el recorrido.
El tour incluye recogida; consulta con el operador para horarios y lugares exactos.
El grupo es pequeño; normalmente unos 6 viajeros por van.
Es posible ver animales como ovejas cimarronas o lagartijas, según la suerte y la temporada.
Sí, se pueden solicitar asientos especiales para bebés si viajas con niños pequeños.
Lleva calzado cómodo, protección solar como gorra o crema, y una cámara para las fotos.
Tu día incluye recogida en Las Vegas, entradas a Valley of Fire State Park y Red Rock Canyon, snacks (sí, con algunas delicias locales) y agua embotellada durante todo el recorrido. Viajarás en un vehículo con aire acondicionado y un guía local, para regresar a la ciudad ese mismo día.
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