Sentirás el calor de Nevada en tu piel mientras conduces tu buggy por los senderos de roca roja del Valley of Fire, guiado por un local. Prepárate para manos polvorientas, avistamientos de fauna si tienes suerte, recogida en hotel y almuerzo bajo el cielo abierto del desierto. No es un tour cualquiera, es una experiencia que se queda contigo.
Confieso que me puse nervioso cuando vi la fila de buggies alineados fuera de Las Vegas. Los cascos parecían muy serios y el aire tenía ese olor seco y eléctrico — metal caliente y arena. Nuestro guía, Tony (que todos conocían), repartió gafas y soltó un chiste sobre el “peinado del desierto” que hasta hizo sonreír a mi primo gruñón. Vimos un video rápido de seguridad mientras alguien detrás de mí intentaba meter su mochila en una taquilla gratuita — apenas cabía. Luego subimos al shuttle para el viaje de una hora hasta el Valley of Fire State Park. No esperaba ver tanto rojo por todos lados; hasta la arena parecía que alguien hubiera esparcido pimentón.
¿El paseo? Salvaje pero seguro — y no lo digo a la ligera. Al principio el volante se sentía familiar, pero cuando llegaban los baches y desniveles, lo agarraba como si me fuera la vida en ello (y en parte así era). Tony nos llevó en fila, señalando formaciones rocosas con nombres que olvidé al instante porque estaba concentrado en esquivar zanjas y no tragar polvo. En un momento paramos en una cresta desde donde se veía hasta el infinito — solo capas de colores y silencio, salvo por el motor que se enfriaba. Alguien vio una oveja de las montañas en las rocas; casi no la noto porque aún estaba recuperando el aliento.
El almuerzo salió de una nevera portátil — los sándwiches saben mejor cuando tienes arena en las manos y el sol en el cuello, no preguntes por qué. Había agua embotellada (tan fría que me dolían los dientes) y Tony nos contó historias de gente que se quedó atrapada o de tormentas salvajes por aquí. Nos enseñó a revisar los cascos otra vez antes de regresar; dijo “el desierto no perdona si estás cansado”, y esa frase se me quedó más de lo que esperaba. El camino de vuelta se sintió más rápido. Quizá porque ya confiaba más en mí.
Sigo pensando en esa vista desde la cresta — cómo todo lo demás parecía pequeño por un momento. Si buscas tours de un día a Machu Picchu o Cusco o lo que sea que aparezca en internet, este paseo en buggy por Valley of Fire es otro nivel. Es caótico, ruidoso y auténtico de una forma que no se puede fingir.
El tour completo dura unas 3.5 horas incluyendo recogida y regreso al hotel; el tiempo de conducción es entre 2.5 y 3.5 horas según las paradas.
Sí, el almuerzo y agua embotellada están incluidos durante la aventura.
No, no se requiere experiencia previa; los vehículos son similares a un coche con volante y pedales.
Los conductores deben tener al menos 16 años y licencia válida, acompañados por un adulto de 18 años o más.
Sí, la recogida y regreso al hotel en Las Vegas están incluidos.
Se entregan cascos, gafas, cinturones de seguridad y todo el equipo necesario para tu protección.
No se recomienda para niños menores de 3 años.
Sí, tanto el transporte como las instalaciones son accesibles para sillas de ruedas.
Tu día incluye recogida en hotel en Las Vegas, entrada al Valley of Fire State Park, todo el equipo de seguridad como cascos y gafas, agua embotellada para el calor del desierto, almuerzo durante la parada, y un paseo guiado en buggy de unas tres horas, para luego regresar con polvo en la ropa (y tal vez una camiseta de recuerdo).
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