Viaja con estilo por los barrios más emblemáticos de LA—desde el glamuroso Hollywood hasta la vibrante Venice Beach—a tu ritmo con amigos o familia. Es flexible: para donde quieras, lleva tus bebidas y deja que un local te muestre rincones que pocos conocen.
La luz del sol se reflejaba en la limo mientras nos acomodábamos en los asientos suaves—botellas de agua fría ya esperándonos en los portavasos. Nuestro chofer, Mike, tenía ese encanto relajado de LA y señalaba detalles que nunca habría notado: cómo los pétalos de jacaranda se quedan pegados a tus zapatos cerca del Griffith Park o cómo a veces puedes oler churros de un carrito callejero antes de verlo. Empezamos con una vista perfecta del cartel de Hollywood—Mike sabía justo dónde parar para que pudiéramos tomar fotos sin que nos molestara la multitud.
Beverly Hills parecía de otro mundo. Pasamos por calles bordeadas de palmeras y nos detuvimos en el letrero de Beverly Hills para una selfie rápida (las rosas apenas comenzaban a florecer). En Rodeo Drive, vi a un par de locales paseando perritos diminutos con suéteres de diseñador—solo en LA. Puedes bajarte aquí o seguir el paseo; tú decides. Al pasar por The Grove, estaba lleno de gente comprando y artistas callejeros, pero la verdad, me llamó más la atención el clásico Farmers Market al lado—olía a café y pan recién hecho.
Después fuimos al muelle de Santa Mónica. El aire tenía sabor a sal y se escuchaban gaviotas peleando por papas fritas caídas. Algunos paseaban por Third Street Promenade para ir de compras; otros iban directo al muelle para ver a los skaters haciendo trucos bajo las luces de neón. Venice Beach era más salvaje—tambores en el malecón, culturistas presumiendo en Muscle Beach, puestos de souvenirs con desde camisetas tie-dye hasta gafas de sol imitadas. Si buscas algo más tranquilo, Marina del Rey está cerca, con sus yates y restaurantes con vista al mar.
También pasamos por el centro de LA—por los coloridos puestos de Olvera Street (si tienes la ventana abierta, puedes oler el maíz a la parrilla), las linternas de Chinatown colgando y las panaderías de Little Tokyo. Mike nos señaló el Staples Center y algunos clubes nocturnos famosos en Sunset Strip—incluso nos mostró dónde vivió Frank Sinatra. Si prefieres museos o estudios, solo dilo; adaptan el recorrido a tu gusto.
¡Claro! Solo dile a tu chofer qué te interesa más y ajustarán la ruta para que pases más tiempo en tus lugares favoritos.
Por supuesto, puedes traer tu propio alcohol. Te damos vasos, hielo y servilletas para que estés cómodo.
La limusina stretch acomoda hasta 8 personas cómodamente—todo por un solo precio.
Sí, hay servicio de recogida en la acera de LAX con un cargo extra de $20 que pagas directamente al chofer.
Si necesitas asiento para bebé o llevas cochecito, avísanos con tiempo para organizarlo.
Tu tour privado en limo incluye agua fría, refrescos, hielo, vasos, servilletas y mucha flexibilidad en las paradas. Trae snacks o bebidas si quieres; nosotros nos encargamos del resto.
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