Recorre cómodamente las calles iluminadas de NYC, escucha historias locales mientras pasas por iconos como Central Park y Rockefeller Center, cruza a Brooklyn para fotos en DUMBO y termina rodeado de la energía eléctrica de Times Square. Una noche que te conecta con el ritmo de la ciudad.
“¿Ves esa esquina?” dijo nuestro guía Tony señalando por la ventana mientras cruzábamos Hell’s Kitchen. “Ahí había un club de jazz — Sinatra una vez lo echaron por molestar al público.” No esperaba reírme tanto en un tour nocturno por Nueva York. El bus era súper cómodo (y calentito, menos mal — afuera hacía viento), pero fue la mezcla de historia y chismes de Tony lo que hizo que la ciudad dejara de ser una postal para sentirse como un álbum familiar lleno de anécdotas locas.
Pasamos por Central Park South — todos esos edificios elegantes iluminados como joyeros — y luego por la Quinta Avenida, donde el Plaza Hotel brillaba detrás del cristal. Olí castañas asadas de un vendedor en un semáforo. Seguimos por Rockefeller Center (la pista de hielo parecía diminuta desde el bus), la Catedral de San Patricio resplandeciente entre tanto acero, y las ventanas doradas de la Grand Central Terminal. Es curioso cómo el Empire State se siente enorme pero a la vez lejano de noche; igual no paraba de estirar el cuello para verlo.
Lo mejor fue cruzar el puente de Manhattan hacia Brooklyn. El skyline del Bajo Manhattan explotó en luces — intenté sacar una foto con el móvil pero no le hacía justicia. En DUMBO bajamos para hacer fotos y usar el baño (alguien aplaudió cuando Tony lo anunció). El aire olía a agua del río y masa de pizza de algún lugar cercano. La gente posaba bajo el arco del puente; yo también intenté, pero terminé mirando el paisaje. De regreso por SoHo y Wall Street, Tony nos contó de su primer trabajo entregando sándwiches a banqueros que nunca daban propina — todavía sonaba molesto.
Terminamos en Times Square con su caos de neones — tan brillante que casi olvidas que es de noche. Bajé del bus con la cabeza llena de historias y el ruido de la ciudad. A veces Nueva York parece demasiado grande para conocerla, pero esas tres horas se sintieron casi como en casa. Aún recuerdo esa vista desde DUMBO, ¿sabes?
El tour en bus de lujo dura aproximadamente 3 horas.
Sí, hay una parada en DUMBO para tomar fotos del skyline de Manhattan y el puente de Brooklyn.
Sí, un guía profesional local de Nueva York acompaña todo el recorrido.
Verás Times Square, Central Park South, Rockefeller Center, Catedral de San Patricio, Grand Central Terminal, Empire State, Flatiron, Chinatown, SoHo, Wall Street, Little Island, Hudson Yards y más.
Sí, viajarás en un bus de lujo con aire acondicionado durante todo el tour.
Hay una parada para baño durante la parada en DUMBO.
El recorrido empieza en Hell’s Kitchen antes de avanzar por Midtown Manhattan.
El tour es apto para todos los niveles; los bebés pueden ir en brazos o en cochecitos.
Tu noche incluye recogida en Hell’s Kitchen, relatos guiados por un profesional local durante 3 horas en un bus de lujo con clima controlado, además de tiempo para fotos y una pausa para baño en DUMBO antes de regresar a Manhattan.
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