Si quieres acercarte a las ballenas jorobadas de Maui sin multitudes ni motores ruidosos, esta excursión en balsa para grupos pequeños es para ti. Escucharás cantos reales de ballenas a través de un hidrófono, aprenderás con guías locales apasionados y disfrutarás de vistas despejadas desde cada asiento—todo en solo dos horas desde Lahaina.
Lo primero que noté al zarpar desde Mala Ramp fue la brisa salada—justo lo suficiente para despeinarte y despertarte. Nuestro grupo era pequeño, quizás una docena de personas como máximo, así que todos tenían espacio para moverse y disfrutar del agua. El capitán, que lleva años haciendo esto, señaló el primer chorro de agua antes de que yo mismo lo viera. Hay algo en ver esa columna elevarse contra las montañas de West Maui que se queda grabado en la memoria.
Navegamos en silencio hacia el Santuario de Ballenas Maui Nui. No está lejos de la costa, pero se siente como otro mundo allá afuera—sin ruido de ciudad, solo el golpe de las olas y a veces un grito lejano de otro barco. Nuestra naturalista marina comenzó a contarnos historias sobre las jorobadas: cómo vienen aquí cada invierno para aparearse y tener a sus crías. Incluso nos pasó un pequeño trozo de barbas para que pudiéramos sentir lo áspero que es.
En un momento, bajamos el hidrófono al agua. Nunca olvidaré esos sonidos—gemidos profundos y silbidos que resonaban por los altavoces. Me puso la piel de gallina escucharlos en vivo, sabiendo que esas ballenas estaban justo debajo de nosotros en algún lugar. Un ballenato salió a la superficie cerca, con su madre justo detrás; se podían ver sus espaldas cubiertas de percebes brillando al sol por un segundo antes de sumergirse de nuevo.
Todo el viaje se sintió relajado y sin prisas. Nadie peleaba por un lugar ni se asomaba por encima del hombro de otro—cada asiento realmente parecía primera fila. La tripulación repartió protector solar seguro para arrecifes (tenía un leve aroma a coco), y había agua filtrada fría si la necesitabas. Aprendimos mucho pero nunca nos sentimos sermoneados; fue más como compartir historias con amigos que conocen estas aguas al dedillo.
Las avistamientos de ballenas están garantizados de diciembre a abril—si no ves ninguna, tu próxima excursión es gratis.
¡Niños a partir de 3 años son bienvenidos! Por razones de seguridad, los menores de 3 no pueden participar.
Este tour no se recomienda para mujeres embarazadas debido a las condiciones del paseo en balsa.
Te conviene llevar gafas de sol, un sombrero y quizá una chaqueta ligera—puede hacer viento en el agua.
Tu boleto incluye protector solar seguro para arrecifes (proporcionado a bordo), agua filtrada en vasos de papel (¡sin plástico!), uso de nuestro hidrófono y altavoces para escuchar los cantos de las ballenas, además de la guía de una naturalista marina experimentada que disfruta compartir datos e historias sobre las ballenas.
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