Prueba chocolates y pralines en el corazón histórico de St. Augustine, recorre plazas centenarias con un guía local, escucha anécdotas curiosas sobre los monumentos y llévate dulces extra para disfrutar después. Risas, historia inesperada y esa sensación de ser parte de la calle por una tarde.
“Prueba este, es auténtico,” sonrió nuestro guía, ofreciéndome una tacita pequeña de espeso chocolate caliente justo en medio de St. George Street. Apenas había terminado el primer sorbo cuando el aroma de pralines llegó desde la tienda de al lado, todo azúcar y nueces tostadas. El sol rebotaba en esas viejas paredes de coquina y pensé, wow, aquí la gente lleva siglos disfrutando de estos sabores.
Pasamos frente a la Casa del Gobernador—la verdad, no esperaba interesarme por un tribunal, pero nuestro guía lo contó como una telenovela con todos esos gobernadores españoles y británicos cambiando de lugar. Hubo un momento en que señaló una placa de piedra desgastada y nos explicó el plan de la ciudad de 1573—cómo las plazas debían empezar en la orilla para que todos pudieran ver quién llegaba en barco. Fue una sensación increíble estar ahí, con chocolate en los dedos, imaginando barcos españoles entrando en la bahía de Matanzas.
Las campanas de la Catedral Basílica sonaban mientras probábamos algo llamado “turtle” (que no es tortuga, gracias a Dios—solo caramelo y nueces). Intenté decir “praline” como lo hacía nuestra guía Li—se rió y dijo que sonaba más canadiense francés que floridano. El grupo era pequeño y todos compartíamos historias sobre nuestros dulces favoritos de casa. Alguien mencionó la receta de fudge de su abuela; de repente, extrañé la mía también.
Me fui con una pequeña bolsa térmica llena de delicias para después (mis favoritas fueron las de nuez), pero lo que más me quedó fue la mezcla de piedras antiguas, aromas dulces y risas espontáneas. A veces solo necesitas una tarde para perderte, con los dedos pegajosos y la curiosidad despierta, ¿sabes?
El recorrido dura entre 2 y 3 horas mientras paseas por el centro de St. Augustine.
Solo se ofrecen opciones sin nueces en el tour Not Just a Chocolate; otras restricciones como vegano o sin gluten no están disponibles.
Sí, el recorrido es accesible para sillas de ruedas en todo el centro histórico de St. Augustine.
Incluye agua embotellada, degustaciones en cada parada, café o té al inicio y dulces para llevar en una bolsa térmica.
El punto de inicio exacto se proporciona tras reservar; comienza en el centro histórico cerca de lugares emblemáticos como Government House.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carriola durante el recorrido.
Sí, pasarás por lugares como el Governor's House Cultural Center & Museum y la Catedral Basílica durante el paseo.
Tu tarde incluye café o té para empezar en la primera parada, agua embotellada mientras recorres el centro histórico con tu guía, degustaciones dulces en cada lugar (chocolate y pralines), y una bolsa térmica con más delicias para llevar a casa.
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