Recorre los caminos de viñedos de Sonoma County en Segway con un guía local que mantiene el ambiente relajado. Para a comprar queso y disfruta un almuerzo en la bodega más antigua de California. Es un plan tranquilo, a veces divertido—prepárate para reír y respirar aire fresco más que para catas sofisticadas. Si buscas algo distinto a los tours de vino comunes, este se queda contigo.
“No tienes que manejar, solo inclínate y confía,” sonrió nuestro guía Mark, sosteniendo su casco como si lo hubiera hecho mil veces. La verdad, yo estaba nervioso. Al principio el Segway se sentía inestable bajo mis pies, pero después de unas vueltas en el estacionamiento, todo encajó. El aire olía a eucalipto y tierra, y la mañana estaba fresca, tanto que mis manos se enfriaban al agarrar el manillar. Mark no paraba de bromear con eso de “millas de vino” en vez de millas por hora—seguro que ya lo había dicho antes, pero todos nos reímos igual.
Salimos por esos caminos tranquilos de Sonoma County, de esos donde solo escuchas el sonido de tus ruedas y algún cuervo que pasa volando. Los viñedos se extendían a ambos lados—algunas vides parecían milenarias, retorcidas como manos viejas. En un momento paramos en una pequeña quesería (sin degustaciones, solo para mirar), y compré un poco de queso de cabra para después. Hubo un instante en que me quedé quieto, queso en mano, escuchando el viento entre las hojas. No era lo que imaginaba cuando busqué “tour de vino en segway en Sonoma County,” pero me encantó.
Lo mejor fue el almuerzo en la bodega más antigua de California. Mark nos contó historias de la época de la prohibición mientras comíamos sándwiches bajo un roble—él jura que su tío abuelo escondió barriles en un arroyo cercano (no sé si bromeaba). El pan estaba crujiente, los tomates tenían sabor a sol, y aunque mis habilidades en Segway seguían siendo dudosas, a nadie le importó. Guardamos las botellas de vino en los compartimentos del Segway (caben sorprendentemente bien), y recuerdo lo raro pero satisfactorio que fue volver a deslizarme por esas mismas filas de vides con el estómago lleno y una sonrisa por las risas, no solo por el vino.
No incluye catas de vino; puedes comprar botellas en las paradas si quieres.
Sí, se ofrece un almuerzo picnic durante la parada en la bodega más antigua de California.
El espacio permite llevar un bolso mediano o entre 2 y 3 botellas de vino por Segway.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
No hay degustaciones; puedes comprar queso si quieres.
No, no se recomienda para viajeros con lesiones en la columna vertebral.
La edad mínima para beber es 21 años.
Tu día incluye entrenamiento guiado en Segway para que te sientas seguro antes de recorrer los caminos de Sonoma County. Se proporciona agua durante todo el recorrido, cascos para seguridad, espacio para guardar tus cosas o el vino que compres (hasta tres botellas), y un almuerzo picnic en la bodega más antigua de California—todo acompañado por alguien que conoce bien estos caminos.
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