Recorre Sedona en ebike entre paisajes de roca roja—pasando por Bell Rock y Cathedral Rock—con paradas en Tlaquepaque Arts Village para tomar un café o curiosear tiendas. Acércate a la Capilla de la Santa Cruz y disfruta de un paseo fácil con la ayuda de un equipo amable que te prepara todo. Aire puro, vistas increíbles y momentos que se quedan contigo mucho después.
Te soy sincero: al principio me daba un poco de miedo subirme a una ebike en Sedona. Hacía años que no tocaba una bici, pero la idea de rodar entre esas formaciones rojas tan salvajes era demasiado tentadora. El equipo de EZRider fue súper paciente (creo que les hice mil preguntas), me ajustaron el casco y me explicaron cómo usar el acelerador. El aire olía a enebro y tierra, y antes de arrancar ya podía ver Cathedral Rock brillando con la luz de la mañana.
En cuanto empezamos a pedalear—bueno, “pedalear”—me sentí como niño otra vez. El camino nos llevó primero directo a Bell Rock, donde todo se queda en silencio salvo el crujido de las ruedas sobre la grava. Hay un momento en el que miras hacia arriba y te das cuenta de lo pequeño que eres junto a esos acantilados. Paramos varias veces solo para contemplar o sacar fotos (y para recuperar el aliento, aunque con la ebike es casi hacer trampa). Una señora local pasó paseando a su perro y nos gritó que habíamos elegido “la mejor forma” de conocer Sedona. Creo que tenía razón.
Después tocó Tlaquepaque Arts & Shopping Village: calles empedradas, azulejos de colores, tienditas llenas de artesanías y cerámica. Me pedí un café y me senté bajo un arco, escuchando a alguien tocar la guitarra cerca. Nuestro guía nos señaló la Capilla de la Santa Cruz desde lejos; cuando por fin llegamos, parecía irreal, encaramada sobre las rocas. Me quedó grabada la historia del hijo de Frank Lloyd Wright que la construyó—algo tiene este lugar que hace que las familias quieran dejar huella.
No esperaba que fuera tan sencillo—deslizarte con todo ese espacio, el sol en los brazos y el viento en la cara. A veces todavía pienso en esa vista desde el sillín cerca de Cathedral Rock: tan tranquilo, solo pájaros y mi corazón latiendo un poco más rápido. Si te preocupa el esfuerzo o las subidas, olvídalo—la ebike hace casi todo. Y sí, sin duda quiero repetir algún día.
Sí, siempre que sepas andar en bici con normalidad y tengas al menos 16 años.
El recorrido incluye Bell Rock, Cathedral Rock, la Capilla de la Santa Cruz y Tlaquepaque Arts & Shopping Village.
Sí, todos los participantes reciben casco de seguridad.
No, no hay recogida en hotel; el punto de encuentro es en Sedona.
Los participantes deben tener 16 años o más, medir al menos 1.52 m, pesar menos de 125 kg y saber andar en bici con soltura.
El tiempo depende de las paradas, pero calcula varias horas incluyendo descansos en cada punto destacado.
Sí, el itinerario incluye tiempo para recorrer tiendas o tomar café en Tlaquepaque Arts & Shopping Village.
Esta actividad no se recomienda a embarazadas ni a personas con lesiones de columna o problemas cardíacos.
Tu día incluye una bicicleta eléctrica adaptada para tu comodidad y seguridad (con instrucciones personalizadas si lo necesitas), casco, candados para paradas como Tlaquepaque Arts & Shopping Village o la Capilla de la Santa Cruz, y tiempo suficiente para explorar cada lugar a tu ritmo antes de regresar cuando quieras.
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