Recorre los cañones del oeste de Sedona en un jeep abierto con un guía local que conoce cada rincón y historia. Siente el aire del desierto, toca piedras milenarias y aprende sobre geología y fauna en primera persona. Incluye agua embotellada y un recorrido suave, ideal para quienes quieran descubrir el país de las rocas rojas de Sedona.
Apenas salimos del pequeño estacionamiento en Sedona cuando nuestro guía, Mike, se asomó y saludó a una mujer que paseaba a su perro. La conocía por su nombre — “¡Hola, Janice!” — y ahí supe que esto no sería un paseo turístico cualquiera. El jeep crujía un poco al tomar el camino de tierra, pero más que un bache parecía un masaje rústico. Se sentía el aroma de la tierra seca mezclado con enebro y algo más intenso que no supe identificar. Alguien preguntó si era salvia; Mike sonrió y explicó, “Eso es creosota después de la lluvia de anoche.”
La luz iluminaba las rocas rojas justo en el momento perfecto cuando entramos en los cañones del oeste. Ya sabes ese color, entre óxido y fuego, que no se parece a ningún otro lugar que haya visto. Mike señaló las capas en la roca y nos contó la edad de cada una (olvidé casi todos los números, pero sí recuerdo que dijo millones). En una parada tomó un pedazo de piedra y nos lo pasó — áspero y cálido por el sol. Hubo un silencio especial donde nadie habló; hasta mi móvil se quedó guardado por primera vez.
No esperaba reír tanto en lo que pensé sería solo un paseo “escénico”. Resulta que Mike tiene historias para todo: coyotes robando sándwiches, turistas intentando escalar con chanclas (no lo hagan), hasta su primera vez conduciendo por estos senderos. Nos ofreció agua fría antes de regresar al pueblo — que sabía extrañamente dulce después de tanto aire seco. Todo duró unas dos horas, ¿quizás? El tiempo se siente distinto allá afuera. Aún recuerdo esa vista con las sombras del atardecer extendiéndose por el suelo del cañón.
No se recomienda para menores de 3 años; niños de 4 en adelante deben llevar asiento de coche que tú proporciones.
La ruta es suave, no muy movida, así que la mayoría lo encuentra cómodo.
Sí, perros mayores de 11 kg pueden ir con aviso previo (se cobra tarifa de niño).
El tour sale desde una oficina en Sedona; hay transporte público cerca.
La experiencia dura alrededor de dos horas desde la salida hasta el regreso.
Vístete en capas para cualquier clima y lleva asiento de coche para niños pequeños.
Tu día incluye un guía profesional que conduce y comparte historias durante todo el recorrido, agua embotellada para mantenerte fresco en el aire del desierto, impuestos locales incluidos y opciones para animales de servicio o perros con aviso previo antes de regresar al centro de Sedona.
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