Pedalea desde Fisherman’s Wharf por barrios históricos de San Francisco, cruza el Golden Gate con un guía local y termina en el colorido Sausalito, donde podrás explorar o comer antes de regresar a tu ritmo.
No esperaba que lo primero que notara fuera la sal en el aire, no solo las vistas. Empezamos en Fisherman’s Wharf, esquivando gaviotas madrugadoras y ese aroma a masa fermentada que flotaba en el aire (¿será Boudin?). Nuestro guía, Matt, tenía una forma de contar la historia de San Francisco como si fuera un amigo charlando en una cafetería. Señaló Fort Mason y bromeó sobre fantasmas del ejército que aún rondan por ahí. Me reí, quizá demasiado para esa hora.
Fue al pasar por Crissy Field cuando entendí qué significa realmente la Bahía de San Francisco. El agua parecía un espejo frío y los locales corrían con sus perros vestidos con suéteres (lo juro). Al entrar al Presidio, paramos junto a unos eucaliptos — se podían oler, fuertes y terrosos. Matt nos contó que Lucasfilm está escondido ahí; intenté ver un Jedi pero no tuve suerte. La subida hacia el puente me quemó un poco las piernas, pero la verdad, usar una e-bike me habría parecido hacer trampa — aunque la mitad del grupo lo hizo y llegaron frescos como lechugas.
Cruzar el Golden Gate en bici es… más ruidoso de lo que imaginas. Autos zumbando a un lado, viento abriéndote la chaqueta al otro. Agarré el manillar con más fuerza de la que quisiera admitir. Pero al levantar la vista y ver Alcatraz allá lejos, todo ese ruido se volvió emocionante en vez de intimidante. Matt nos mantuvo juntos (“¡No paren a hacerse selfies en medio!”) pero nos dejó ir a nuestro ritmo al llegar a Sausalito.
Sausalito fue como entrar a otro mundo — barcos coloridos meciéndose en la marina, gente disfrutando un café fuera de panaderías pequeñas. Nos despedimos de Matt (nos recomendó un lugar para tacos de pescado; todavía me arrepiento de no probarlos). Después de pasear, dudamos entre volver en bici o tomar el ferry — al final elegimos el barco porque mis piernas ya no daban más. El sol empezaba a esconderse detrás mientras cruzábamos la bahía, las bicis sonando suavemente en cubierta. Hay algo especial en terminar un día así, con el pelo salado y las piernas cansadas, que se queda contigo.
La parte guiada dura entre 2.5 y 3 horas.
Sí, el alquiler de la bicicleta está incluido y es válido por 24 horas.
El tour comienza en Fisherman’s Wharf, San Francisco.
Sí, puedes escoger entre una bici tradicional o una eléctrica con asistencia.
Sí, un guía profesional local te acompañará durante el recorrido hasta Sausalito.
La parte guiada termina en Sausalito; puedes seguir explorando por tu cuenta antes de devolver la bici.
Puedes volver en bici o tomar el ferry cruzando la bahía de San Francisco.
Sí, el casco está incluido con cada alquiler.
Sí, es ideal para familias y todos los niveles; también hay asientos para bebés y remolques disponibles.
Tu día incluye el uso de una bici estándar o e-bike (a tu elección), casco y candado, además de la guía experta local mientras pedaleas desde Fisherman’s Wharf por barrios con vistas hasta Sausalito. También recibirás mapas de ruta y recomendaciones para seguir explorando después de la parte guiada—el alquiler es por 24 horas para que puedas regresar en ferry o en bici cuando quieras.
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