Conduce tu propia moto de nieve desde Reno hacia la alta Sierra, acompañado por guías locales que conocen cada curva y mirador. Incluye recogida en hotel, ayuda con el equipo si la necesitas, y tiempo para disfrutar esas vistas salvajes de montaña o simplemente reírte mientras pruebas algo nuevo.
Me desperté en Reno todavía medio convencido de que iba a echarme atrás, pero la recogida en el hotel llegó puntual, sin oportunidad de arrepentirme. El aire afuera olía a frío metálico, y nuestro guía (Jake, con un gorro desgastado y una sonrisa constante) nos ayudó a preparar el equipo. Nunca había llevado tantas capas juntas; mis guantes parecían manoplas de horno. Había una emoción tranquila en la furgoneta mientras nos dirigíamos hacia la Sierra: todos mirando cómo la ciudad quedaba atrás, y solo quedaban árboles, colinas blancas y esa luz azul rara que solo ves cuando la nieve cubre todo.
Las motos de nieve parecían más pesadas de lo que esperaba. Jake nos explicó todo: lleva montando estos senderos desde niño, lo que me dio un poco más de confianza para confiarle la vida. Cuando arrancamos, no parecía que condujéramos, sino que flotáramos sobre la nieve compacta, salvo cuando me topé con un bache y casi me muerdo la lengua (Jake se rió y dijo que eso le pasa a todos). El motor zumbaba en medio de un silencio enorme que solo se siente en los bosques nevados; a veces solo escuchaba mi respiración dentro del casco. Paramos en una cresta desde donde se veía el Lago Tahoe abajo, azul helado, con el viento cortante en la cara. Incluso con tanto frío, se olía un ligero aroma a pino.
Jake llevaba snacks en su mochila, principalmente barritas de granola, pero de alguna forma sabían mejor después de una hora agarrando el manillar con los dedos congelados. Alguien intentó hacer un ángel de nieve y se rindió a mitad de camino; nadie juzgó. La vuelta fue más rápida, quizás porque ya me había soltado o porque el sol empezó a esconderse tras las montañas y todo se volvió dorado por unos cinco minutos. Es curioso cómo dejas de preocuparte por verte bien cuando tienes la nariz moqueando y te ríes tanto que no puedes ni manejar derecho.
Sí, la recogida gratuita está disponible desde cualquier hotel local en Reno.
El traslado en shuttle desde Reno hasta el punto de inicio de la moto de nieve está incluido; suele durar menos de una hora, según las condiciones.
Sí, los snacks están incluidos en esta excursión de un día desde Reno.
No, no se requiere experiencia previa; los guías te enseñarán a manejar las motos de nieve con seguridad.
Debes vestirte con ropa abrigada en capas, adecuada para el frío invernal; te ayudarán con el equipo si lo necesitas.
Los niños son bienvenidos, pero deben ir acompañados por un adulto.
Sí, la mayoría de los hoteles en Reno están cerca de opciones de transporte público.
Esta actividad no se recomienda para personas con lesiones en la columna, problemas cardiovasculares o mujeres embarazadas.
Tu día incluye recogida en cualquier hotel de Reno, guía experto local que conoce a fondo estos senderos de la Sierra, ayuda con el equipo o alquiler si lo necesitas, traslado en 4x4 hasta el punto de inicio de la moto de nieve y algunos snacks sencillos para el camino antes de regresar a la ciudad.
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