Viaja en un tranvía antiguo por las calles históricas de Portland, escucha historias locales de tu guía, pasa por Victoria Mansion y detente en Portland Head Light para disfrutar del aire marino y las vistas del faro. Prepárate para pequeñas sorpresas — como el aroma de panadería o gaviotas volando — y mucho tiempo para empaparte del espíritu de Maine.
Lo primero que noté fue el tintineo de la campana del tranvía antiguo — no era fuerte, justo para que levantaras la vista del móvil. Apenas nos sentamos, nuestro guía (se llamaba Tom, con ese humor seco típico de Maine) empezó a señalar detalles que yo hubiera pasado por alto. Las calles alrededor de Congress tenían una mezcla de edificios de ladrillo y tienditas, y se olía café saliendo de alguna puerta, aunque ya era casi mediodía. Alguien nos saludó desde la ventana de una panadería — ¿quizás conocían a Tom? Él solo sonrió y siguió hablando de la casa donde creció Longfellow, como si fuera normal que un poeta famoso haya vivido ahí.
No esperaba interesarme mucho por casas antiguas, pero cuando pasamos frente a Victoria Mansion — con sus columnas de piedra marrón y ventanas tan ornamentadas que parecían de otro mundo — me dieron ganas de asomarme. Tom mencionó algo sobre arquitectura italiana, pero yo estaba más distraído con cómo la luz del sol iluminaba la piedra, cálida y dorada, muy distinta del cielo gris típico de Nueva Inglaterra. El tranvía crujió un poco al girar hacia el agua; se veía Casco Bay entre los edificios, gaviotas volando bajo sobre el puerto. Por un momento, todos en el tranvía guardamos silencio.
Lo que más me gustó fue la parada en Portland Head Light, en Cape Elizabeth. Tienes unos 20 minutos ahí (ojalá fueran más), pero es tiempo suficiente para quedarte parado respirando el aire salado mientras las olas rompen contra las rocas afiladas. Se siente ese olor fuerte a algas y algo dulce de las flores silvestres que crecen cerca del camino — intenté sacar una foto, pero ninguna capturó lo brillante que se veía el faro contra el cielo. Un niño preguntó si George Washington realmente mandó construirlo; Tom solo asintió, como si esa pregunta ya la hubiera escuchado mil veces. De regreso, la gente estaba más callada, tal vez pensando en el almuerzo o simplemente dejando que todo se asimilara. A veces todavía recuerdo esa vista cuando siento el olor a sal en el viento.
El tour incluye varias paradas en la ciudad y 20–30 minutos en Portland Head Light; la duración total varía pero cubre los principales puntos de la península.
No incluye recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca para llegar fácilmente al punto de partida.
Sí, los animales de servicio pueden subir durante el recorrido narrado.
El tour visita Victoria Mansion, la casa de Longfellow, tiendas de Congress Street, vistas de Casco Bay y una parada en Portland Head Light en Cape Elizabeth.
No incluye almuerzo; sin embargo, pasarás por zonas con cafeterías y panaderías donde puedes comprar algo antes o después.
Sí, los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto durante el paseo.
Tu día incluye un paseo narrado en tranvía clásico por los barrios históricos de Portland con paradas en lugares clave como Victoria Mansion y la casa de Longfellow, además de 20–30 minutos para explorar Portland Head Light en Cape Elizabeth antes de volver al centro.
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