Explorarás las formaciones rocosas salvajes de Garden of the Gods, pasearás por las calles con encanto de Manitou Springs y subirás Pikes Peak para disfrutar de esas vistas únicas de Colorado, todo con un guía local que conoce cada atajo y cada historia. Ideal para vivir la naturaleza de Colorado sin preocuparte por nada.
Lo primero que te llama la atención en Garden of the Gods es cómo esas rocas rojas atrapan el sol de la mañana, casi parecen brillar. Nuestro guía, Jamie, señaló un halcón que volaba en círculos sobre la aguja más alta mientras caminábamos por el sendero pavimentado. Se escucha el crujir de la grava bajo las botas y, si tienes suerte, percibes el leve aroma del pino piñonero. Aquí se te pasa el tiempo sin darte cuenta, viendo a los escaladores avanzar poco a poco por esas paredes de arenisca o escuchando las risas de los niños mientras buscan figuras en las rocas. El parque se siente vivo, incluso en una mañana entre semana.
Después de estirar las piernas, llegamos a Manitou Springs. El aire tiene un toque dulce, gracias a una de esas tiendas de caramelos antiguas en la esquina. Entramos en un café llamado Adam’s Mountain para tomar un café y vimos a los locales llenar botellas en las fuentes de agua mineral justo afuera. El agua sabe un poco metálica, pero los locales juran que es buena para la salud. Aquí hay un ambiente muy especial, con murales y pequeñas boutiques escondidas en cada esquina.
El camino por Pikes Peak Highway es otra historia. La carretera se eleva cada vez más y sientes cómo te tapan los oídos mientras la ciudad queda atrás. Paramos en uno de los miradores; Jamie repartió snacks y nos señaló dónde termina la línea de árboles y comienza la tundra. Aunque era junio, el aire estaba fresco y aún quedaban parches de nieve en las sombras. La cima no siempre está abierta si el clima cambia, pero la vista desde la mitad del camino ya es impresionante. En un día despejado puedes ver hasta Denver. Es difícil no sentirse pequeño ahí arriba, rodeado solo de cielo y montañas en todas direcciones.
¡Sí! Muchas familias nos acompañan. Los senderos son fáciles para carritos y hay mucho para que los niños disfruten durante el recorrido.
Siempre lo intentamos, pero el clima o las condiciones de la carretera pueden limitar el acceso, especialmente en invierno. Las vistas desde los miradores más bajos también valen mucho la pena.
Lo mejor es llevar ropa en capas, porque el clima de montaña cambia rápido. Trae gafas de sol, protector solar y quizás una cámara. Nosotros proporcionamos snacks y agua.
Tu tour privado incluye recogida y regreso al hotel, transporte cómodo, entradas para Pikes Peak Highway, agua embotellada, snacks y un guía local amable que te contactará antes del viaje. Las propinas están incluidas, sin sorpresas al final.
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