Recorre en UTV privado con tu guía desde Kanab por senderos arenosos hasta Peek-A-Boo Slot Canyon, con paradas para sandboarding opcional o simplemente para admirar esos colores únicos de Utah. Camina a tu ritmo por estrechos pasajes rocosos —sin prisas, solo espacio para respirar y reírte de ti mismo alguna que otra vez.
Nos abrochamos los cinturones mientras el UTV rugía, levantando pequeñas nubes de polvo rojo antes de salir del estacionamiento en Kanab. Nuestro guía, Mark, nos sonrió y preguntó: “¿Listos?” De repente, estábamos saltando por senderos arenosos, esos que hacen que te tiemblen los dientes si hablas mucho. El aire olía a salvia seca al sol y a algo dulce que no lograba identificar. Mi sobrino no paraba de señalar lagartijas que cruzaban el camino, pero yo solo intentaba no perder el sombrero.
El viaje hasta Peek-A-Boo Slot Canyon fue parte de la aventura: subidas, bajadas y curvas con esas dunas naranjas salvajes a ambos lados. Mark nos contó historias de antiguas rutas de ganado y cómo este camino se volvía imposible tras la lluvia. Probé el sandboarding (con poca gracia), cayéndome casi al instante mientras mi sobrina grababa para dejar evidencia. La arena se metió por todos lados —en los zapatos, bajo la camisa— pero nos hizo reír mucho más de lo que esperaba. Hay algo especial en estar ahí solo con tu grupo, que te relaja de verdad.
Al llegar a la entrada del cañón, todo se volvió silencio salvo por el crujir de nuestros pasos sobre la grava. Las paredes se estrechaban, frescas y cercanas, rayadas de rosa y dorado con la luz de la mañana. Dentro hay una escalera corta (menos aterradora de lo que imaginaba) y Mark esperó pacientemente mientras mi mamá bajaba con calma. La caminata no es difícil, más bien es como perderse en un laberinto de piedra donde cada giro parece un cuadro. En un momento dejé de hablar porque sentí que romper ese silencio era un error. Nos quedamos más tiempo del previsto; nadie nos apuró.
No, solo los guías manejan los UTV en este tour; los invitados no conducen.
Sí, el sandboarding es gratuito para quien quiera probar durante el tour.
La caminata no es difícil; hay una escalera corta y es apta para la mayoría de niveles físicos.
Sí, los niños pueden unirse y suelen disfrutar especialmente actividades como el sandboarding.
Incluye agua embotellada y todo el manejo a cargo del guía.
Es un tour privado; los grupos no se mezclan, salvo si hay reservas separadas de 1 a 4 personas.
El tour sale desde Kanab, Utah.
Sí, Peek-A-Boo Slot Canyon suele estar menos lleno que los parques nacionales populares cercanos.
Tu día incluye recogida en Kanab por tu guía, transporte en UTV por senderos arenosos (sin que tengas que conducir), agua embotellada durante todo el recorrido y sandboarding opcional antes de explorar Peek-A-Boo Slot Canyon a tu ritmo, para luego regresar.
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