Viaja en una carroza tirada por mulas al corazón del desierto de Palm Springs con un guía local que comparte historias en el camino. Disfruta de una caminata guiada opcional, contempla la puesta de sol sobre las montañas, juega bajo la luz de faroles, cena BBQ cocinada a fuego lento con pastel de postre y termina la noche junto a una fogata bajo las estrellas. Una experiencia cálida y un poco inesperada.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido de las mulas: sus cascos firmes y pausados crujían sobre la arena mientras avanzábamos por el vasto desierto de Sonora cerca de Palm Springs. Nunca había montado en una carroza cubierta (salvo en películas antiguas), así que cuando nuestro guía, Tom, me pasó una manta tejida para la falda y sonrió como si compartiéramos un secreto, simplemente me dejé llevar. El aire olía a creosota después de la lluvia de la noche anterior, un aroma un poco fuerte pero fresco, y había un silencio extraño, roto solo por el giro de las ruedas y la risa de un niño detrás de mí.
Seguimos avanzando hasta lo que llamaban la “Reserva Natural Oasis Wilderness” — 30,000 acres que parecían no tener fin. Nuestro guía naturalista señalaba los oasis de palmas escondidos en los cañones y no paraba de contar datos sobre la falla de San Andrés y cómo esta tierra prácticamente no ha cambiado desde… bueno, desde siempre. En un momento nos detuvo para una caminata corta por la naturaleza (totalmente opcional—casi me la pierdo, pero luego me alegré de haber ido). La luz dorada iluminaba las rocas y se escuchaban pájaros a lo lejos —¿codornices tal vez?— y pensé en lo tranquilo que estaba comparado con la ciudad.
De vuelta en el rancho, justo cuando el sol se ponía tras las montañas San Jacinto, todo se relajó. Hubo juegos de cornhole y herraduras (soy malísimo en ambos), prácticas de lazo que nos hicieron reír a todos, y luego una banda western en vivo comenzó a tocar mientras alguien intentaba enseñarnos un baile de granero. La cena BBQ llegó al estilo familiar—brisket, pollo ahumado, frijoles vaqueros—y creo que comí más pastel del que debería. La gente compartía historias alrededor de la fogata mientras asábamos malvaviscos y, sinceramente, se sentía como esos “buenos viejos tiempos” de los que hablan pero que nunca esperas encontrar. Aún recuerdo esa vista desde la carroza al caer el crepúsculo—algo que se queda grabado.
Sí, el tour incluye brisket BBQ, pollo ahumado, ensalada de col, frijoles, pan fresco, pastel con crema batida, limonada y té helado.
La experiencia abarca la tarde y la noche: paseo en carroza por la reserva natural, caminata guiada opcional, actividades y cena al atardecer, y fogata después de oscurecer.
El menú se centra en brisket y pollo; no se mencionan opciones vegetarianas específicas.
Sí—los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecitos; las actividades y juegos son familiares.
Incluye limonada y té helado; puedes traer bebidas alcohólicas si lo deseas.
Sí, una banda western profesional toca en vivo durante la cena; las clases de baile son opcionales.
No se menciona recogida en hotel; se recomienda contactar al operador antes para detalles y horarios.
El tour es apto para todos los niveles físicos; se permiten cochecitos para bebés y niños pequeños.
Tu día incluye entrada a una exclusiva reserva natural de 30,000 acres cerca de Palm Springs y un paseo en carroza cubierta tirada por mulas con guías locales que cuentan historias en el camino. Tendrás una caminata guiada opcional por oasis de palmas antes de volver para juegos como herraduras y práctica de lazo al atardecer. Se sirve una cena BBQ completa—brisket, pollo ahumado, ensalada de col, frijoles, panes frescos y pastel de temporada—con limonada o té helado (puedes traer tus propias bebidas alcohólicas si quieres). Música western en vivo ambienta mientras pruebas el baile de granero o simplemente te relajas a la luz de los faroles, para terminar junto a una fogata asando malvaviscos bajo las estrellas del desierto—todo con impuestos y tasas incluidos.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?