Conduce tu propio Can-Am por un rancho activo de 1,100 acres en los Ozarks, siguiendo a un guía local por crestas, valles y arroyos. Disfruta encuentros cercanos con ganado, posibles avistamientos de fauna y muchas risas en senderos polvorientos. No es un tour pulido, es la vida real del rancho, y ese aire te quedará grabado mucho después.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz de la mañana iluminaba la hierba alta, como un dorado enredado, como si alguien se hubiera olvidado de peinarla. Apenas bajamos del camión, nuestro guía, Ben, nos llamó y señaló la fila de vehículos Can-Am junto al viejo granero. “Elijan su paseo,” sonrió. Ya me moría por tomar el volante antes de que terminara de explicar cómo usar la palanca de cambios (asentí como si entendiera, pero en realidad solo esperaba no quedarme atascado frente a todos).
Conducir por los Ozarks en esta aventura off-road no se parecía en nada a lo que había imaginado leyendo blogs de viajes. El aire olía dulce, mezcla de heno con algo más fuerte, ¿cedro quizá? Saltamos por crestas y bajamos a valles embarrados donde las vacas nos miraban como si interrumpiéramos su almuerzo. Ben no paraba de contar anécdotas por radio (“aquí mi abuelo perdió su sombrero en el 82,” cosas así), lo que hacía que todo se sintiera menos como un tour y más como compartir secretos de familia. En un momento paramos junto a un arroyo; el agua estaba más clara de lo que esperaba, fría hasta que me hormiguearon los dedos al meterlos. Hubo un silencio raro por un instante, solo los pájaros y el crujir de nuestras botas sobre la grava.
No esperaba reír tanto intentando pronunciar algunas razas de ganado (Li también se rió—ella es de Shanghái y dijo que mi acento era peor que el suyo). El terreno cambiaba rápido: un momento estás en lo alto mirando un verde infinito, al siguiente esquivando charcos en un hueco sombreado. Vi un ciervo cruzar veloz por el camino, desapareció antes de que alguien pudiera sacar una foto. Para entonces mi camisa estaba llena de polvo y, la verdad, me gustaba así.
Este paseo de un día por los Ozarks es para ensuciarse las manos y sentir lo grande que son realmente las 1,100 acres cuando las recorres tú mismo. Aquí no hay guion, solo tú, un guía local que conoce cada bache del camino y el clima o la fauna que decidan aparecer. Aún recuerdo ese silencio junto al arroyo.
No se permite la participación de menores de 5 años por razones de seguridad.
No, no se requiere experiencia previa; los guías te explican todo antes de empezar.
No, los participantes deben usar uno de los vehículos Can-Am que se proporcionan.
Sí, el peso combinado por vehículo no debe superar las 900 libras.
No se recomienda para personas embarazadas ni con problemas de columna o cardiovasculares.
Se requiere un mínimo de dos personas por reserva.
No, los participantes deben llegar directamente al rancho.
Sí, los tours son dirigidos por personas locales que conocen la vida en el rancho y la historia del lugar.
Tu día incluye el uso de un vehículo Can-Am por grupo para recorrer senderos privados del rancho, con un guía local que te acompañará durante toda la aventura. Verás el ganado trabajando y explorarás crestas, valles y arroyos en esta experiencia off-road práctica en los Ozarks.
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