Camina por el French Quarter de Nueva Orleans con un guía local que conoce cada historia retorcida de true crime — desde asesinatos históricos hasta escándalos actuales. Para en bares únicos para probar cócteles emblemáticos (o lo que prefieras), escucha a los locales opinar y termina compartiendo teorías bajo luces de neón. Es crudo, divertido, a veces escalofriante — pero te irás sintiendo parte del pasado salvaje de la ciudad.
Salimos a la acera pegajosa del French Quarter justo cuando los neones empezaban a parpadear — esa hora en que la ciudad parece desperezarse para la verdadera noche. Nuestro guía, Marcus, nos hizo señas con una sonrisa pícara y enseguida comenzó a contarnos sobre un asesinato del siglo XIX que ocurrió a la vuelta de la esquina. Podía oler camarones fritos de algún lugar cercano, mezclándose con ese aroma a madera vieja y whisky que salía del primer bar. Entramos y, la verdad, no podía dejar de pensar en lo cerca que estábamos del lugar donde todo sucedió.
No soy muy fanático del “true crime”, pero algo en escuchar esas historias mientras probaba un Sazerac (mi primero — ¡fuerte!) lo hacía todo sentir extrañamente real. Marcus tenía esa habilidad de detenerse justo antes de los detalles más sangrientos, invitándonos a acercarnos. En Pour House NOLA señaló una foto desgastada detrás de la barra y nos habló de uno de los asesinos seriales más famosos de Estados Unidos — intenté parecer despreocupado, pero la piel se me puso de gallina. La camarera aportó su propia teoría, lo que me hizo reír porque aquí todos parecen tener una.
El siguiente fue el bar Dungeon — oscuro, ruidoso, lleno de locales que no parecían inmutarse mientras nuestro grupo intercambiaba historias de asesinatos con las copas en mano. Alguien derramó su cóctel y a nadie le importó; parecía parte del ambiente. Para entonces, había perdido la noción del tiempo y quizás también la orientación (el Quarter tiene ese efecto). Terminamos en Bar Tonique, sentados afuera, hablando sobre cuál historia nos había asustado más. El aire estaba denso y dulce, y no dejaba de pensar en todos los secretos que guardan estas calles bajo tanta música y risas.
Sí, las opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas y aptas para todos los niveles físicos.
No, las bebidas no están incluidas; puedes comprar las que quieras en cada bar.
Sí, puedes elegir cualquier bebida o ninguna, aquí no hay juicios.
Debes tener 21 años o más para unirte a este tour.
No hay recogida en hotel; el punto de encuentro es en Nueva Orleans.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos durante el recorrido.
Tu noche incluye un guía experto local que te llevará por varios bares históricos del French Quarter mientras escuchas las historias más infames de true crime—y tendrás tiempo para pedir tus propios cócteles o refrescos antes de terminar cerca de Bar Tonique.
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