Te sentarás en el Teatro Gershwin de Nueva York y sentirás la emoción mientras Wicked se despliega en Broadway. Desde las primeras notas hasta el inolvidable solo de Elphaba y el ingenio de Glinda, te sumergirás en la historia de Oz—todo con impuestos y tasas incluidos para que solo tengas que preocuparte por disfrutar (y quizá llevar a un amigo fan de los musicales).
No esperaba ponerme la piel de gallina desde la primera nota, pero ahí estaba, sujetando mi programa en el Teatro Gershwin de Nueva York, con esa mezcla rara de nervios y emoción. El público vibraba: una pareja a nuestro lado susurrando sobre sus canciones favoritas, alguien detrás mío desenvolviendo algo que olía a dulce de canela (casi le pido uno). Cuando las luces finalmente bajaron para Wicked en Broadway, hasta el aire pareció cambiar. Es curioso cómo en un teatro tan grande puedes sentirte anónimo, pero a la vez conectado con todos a tu alrededor.
Nuestros asientos superaron mis expectativas — no eran primera fila, pero lo suficientemente cerca para ver cada detalle: la piel verde esmeralda de Elphaba brillando bajo las luces, el vestido de Glinda que parecía sacado de un sueño febril. El elenco tenía una energía que te hacía inclinarte hacia adelante sin darte cuenta. El acomodador local bromeó con los “monos voladores” mientras buscábamos nuestra fila (me reí, pero no dejaba de mirar hacia arriba por si acaso). Hay algo increíble en escuchar esas canciones en vivo — “Defying Gravity” me puso los pelos de punta. Me sorprendí cantando en silencio, seguro que mi amigo al lado se sonrojó un poco.
Sigo pensando en ese instante cuando todo el teatro quedó en silencio antes de que Elphaba cantara su gran número. Casi se podía saborear la anticipación — o tal vez era el aroma a canela que aún flotaba en el aire. Sea como sea, ver Wicked en Broadway no tiene nada que ver con ver un musical en casa. Al salir, la gente tarareaba las canciones y compartía impresiones con desconocidos en la calle 51. Eso es lo que más me quedó: cómo un show puede convertir un martes cualquiera en algo que repetirás en tu cabeza por semanas.
Wicked se presenta en el Teatro Gershwin en Nueva York.
Wicked está recomendado para mayores de 8 años; no se permite la entrada a niños menores de 5.
Sí, el teatro es accesible para sillas de ruedas. Contacta con atención al cliente para consultar disponibilidad antes de reservar.
Las entradas se entregan como máximo dos semanas antes de la función.
Los mayores de 18 deben presentar una identificación oficial con foto; los menores pueden usar carnet escolar u otros documentos aceptados.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca del Teatro Gershwin.
El teatro asigna los mejores asientos disponibles al momento de la compra y aparecen en tus entradas.
Tu experiencia incluye todos los impuestos, tasas y cargos—sin costos ocultos—y el teatro asignará el mejor asiento disponible al reservar. Solo recuerda llevar tu identificación para entrar; lo demás está listo para que disfrutes Wicked en vivo en el Teatro Gershwin.
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