Sube a un tranvía vintage en Minneapolis con un guía local que narra historias de cinco distritos históricos, desde molinos ribereños hasta teatros del centro. Risas, vistas desde cada ventana y detalles que no verías por tu cuenta. No es solo un tour, es sentir el pulso de la ciudad por una tarde.
Alguien nos saluda desde la acera mientras nuestro tranvía antiguo hace ruido al pasar — me sorprendo sonriendo de vuelta. Suena la campana y arrancamos hacia el centro de Minneapolis, con la luz del sol colándose por las ventanas y reflejándose en esos asientos de madera pulida. La voz del guía llena el vagón, sin ser demasiado alta, justo para que te acerques a escuchar. Señala los viejos molinos junto al río Mississippi — casi puedo oler el polvo de harina si me esfuerzo. No esperaba sentir tanta historia en el aire aquí.
Recorremos barrios que antes eran pequeños mundos aparte antes de unirse en lo que hoy es “Minneapolis”. Cinco distritos originales, según nos cuenta. En un momento paramos cerca de un teatro con un cartel de neón que parpadea débilmente a pesar de ser de día, y nos habla de los shows de vodevil que se presentaban antes de que existiera la televisión. Alguien detrás mío saca una foto; yo solo escucho, imaginándolo todo. La palabra clave para este tour sería “paseo narrado en tranvía turístico por Minneapolis”, pero en realidad se siente más como un viaje en el tiempo que un simple tour.
Pregunto por el río (quizá demasiadas preguntas), y el guía no se detiene — nos cuenta cómo todo aquí empezó con la energía del agua. Se nota en su acento, ese tono orgulloso del Medio Oeste. Una pareja a mi lado se ríe bajito cuando bromea sobre que el invierno dura la mitad del año (y yo le creo). Pasamos por murales, cafeterías con gente saludándonos con sus tazas, y de repente se acaba — volvemos al punto de partida. Sigo pensando en esos ladrillos viejos junto al río y en lo vivos que parecen todavía.
No hay una duración exacta, pero el recorrido cubre el centro y barrios cercanos a un ritmo tranquilo.
Sí, un guía local experto narra todo el paseo.
Todos los impuestos y tarifas están incluidos en la reserva.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca para llegar fácilmente.
Sí, los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto durante el paseo.
Sí, los animales de servicio pueden subir al tranvía.
El punto de partida está cerca de opciones de transporte público para mayor comodidad.
Tu día incluye todas las entradas y tarifas para que solo te subas al tranvía vintage en el centro de Minneapolis. Un guía local narra cada distrito mientras pasas por molinos junto al río y teatros, antes de regresar al punto inicial.
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