Vas a recorrer calles de colores pastel, entrar en vestíbulos históricos de hoteles que suelen estar cerrados al público, descubrir anécdotas de cine donde se grabaron películas y reírte con tu guía mientras encuentran juntos detalles ocultos del art déco. Prepárate para pequeñas sorpresas — quizá hasta una vista desde la azotea — además de agua fría y un mapa ilustrado a mano para llevarte de recuerdo.
Lo primero que me viene a la mente es el color: ese azul suave y raro del cielo reflejándose en los edificios pastel de Ocean Drive. Nuestro guía, Carlos, nos llamó junto al viejo letrero de neón del Colony Hotel. Tenía un montón de postales en la mano, mostrando cómo era South Beach en los años 30 — sinceramente, si entornabas los ojos, no ha cambiado tanto. El aire olía un poco a protector solar y plátanos fritos que venían de algún lado (nunca supe de dónde). Empezamos el recorrido ahí mismo, esquivando ciclistas y a un tipo en patines con un loro en el hombro. Solo en Miami Beach pasan esas cosas.
Carlos parecía conocer a todo el mundo — o al menos lo aparentaba. Saludaba a los porteros de estos hoteles antiguos y, de repente, ya estábamos adentro, paseando por vestíbulos con suelos de terrazo fresquitos bajo los pies. Hubo un momento en que se detuvo junto a una cuerda de terciopelo y nos susurró sobre una escena de Scarface filmada justo arriba. Traté de imaginarlo, pero la verdad es que me distraían los ventiladores girando despacio sobre nosotros. A veces señalaba detalles diminutos — como conchas escondidas en las fachadas — cosas que había pasado por alto mil veces. La clave aquí es tour art déco Miami Beach, pero en realidad se sentía más como salir a pasear con alguien que disfruta contando historias, nada formal.
Nos metimos por un callejón (dudé medio segundo — parecía sospechoso pero no lo era) y terminamos en una terraza en la azotea que nadie más conocía. Desde ahí se veía la Bahía de Biscayne brillando entre los edificios; Carlos nos contó cómo todo eso antes era un pantano, hasta que decidieron construir el paraíso desde cero. En un momento nos dio botellitas de agua (el calor era brutal), y luego pasó un mapa hecho a mano por él — con dibujitos de flamencos y palmeras. Alguien preguntó por las locaciones de Miami Vice y Carlos solo sonrió: “Eso está a dos cuadras, ya vamos.”
Todavía pienso en ese rato en la terraza: la brisa cortando el calor, las risas rebotando en las paredes de estuco, la sensación de haber encontrado un rincón secreto de Miami Beach que casi nadie conoce. Al final terminé con arena en los zapatos y el móvil lleno de fotos de edificios pastel. Así que sí — si buscas algo más que el típico paseo por Ocean Drive, este recorrido por la historia art déco de Miami Beach con un guía local vale muchísimo la pena.
No se indica la duración exacta, pero el recorrido abarca varios puntos clave de las principales calles de South Beach.
Sí, tu guía te dará agua embotellada durante el recorrido.
No se ofrece recogida en hotel; los participantes se encuentran en un punto céntrico cerca de Ocean Drive.
Sí, verás lugares donde se filmaron películas como Scarface, Birdcage y Miami Vice en South Beach.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y permite cochecitos para niños pequeños.
Podrás entrar a vestíbulos históricos de hoteles y espacios semi-públicos que normalmente no están abiertos a todos.
Te llevarás un mapa ilustrado y personalizado por tu guía como recuerdo.
Tu día incluye relatos guiados por las calles icónicas de South Beach, acceso exclusivo a vestíbulos históricos y espacios semi-públicos, agua embotellada durante el recorrido, anécdotas de cine en locaciones reales y un mapa hecho a mano por tu guía local para que sigas explorando después del tour.
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