Acompaña a un neoyorquino en un tour a pie dentro del metro de NYC—descubre arte oculto en Union Square, mira estaciones abandonadas desde el tren 6 y escucha historias que dan vida a azulejos y túneles antiguos. Incluye auriculares para que no te pierdas ni una palabra—y quizás alguna risa en el camino.
Alguien nos hacía señas junto a los torniquetes—resultó ser nuestro guía, Mike, que creció en Queens y habla como si siempre tuviera prisa. Me pasó un auricular (que casi dejo caer en mi café) y nos dijo que solo necesitaríamos pasar una vez la MetroCard. El aire del metro era denso, un poco grasoso, con ese olor metálico que no sé cómo describir. Empezamos cerca de City Hall Park, donde Mike señaló un fragmento de azulejo medio oculto entre suciedad y andamios. “Eso es original,” dijo. Parecía algo rescatado de otro siglo. Intenté imaginar a gente esperando allí con sombreros y abrigos largos, pero me distrajo un saxofonista cuyo eco resonaba en el túnel.
Seguimos bajo el Manhattan Municipal Building—Mike nos contó cómo ese edificio influyó en la creación del metro, pero yo seguía pensando en aquel azulejo. Luego entramos a la estación Union Square, que siempre parece un caos organizado. Allí hay una instalación artística que miles de personas pasan sin notar (yo seguro la habría ignorado). Mike nos hizo detenernos y mirar hacia arriba—pequeñas figuras de bronce trepando tuberías y asomándose desde las esquinas. Un niño cercano se rió al ver una colgada boca abajo. Era una sensación extraña, casi íntima, en un lugar tan ruidoso.
¿Lo mejor? Viajar en el tren 6 como nuestra “máquina del tiempo,” como lo llamó Mike. Nos pidió pegarnos a las ventanas mientras pasábamos por estaciones abandonadas—plataformas fantasma deslizándose en la oscuridad. No se puede bajar ahí (la MTA no lo permite), pero se ve suficiente para ponerte la piel de gallina. En Chambers Street, lo llamó “la Grand Central del downtown,” aunque ahora solo quedan sombras y columnas desconchadas. No esperaba sentir tanta nostalgia por lugares que nunca había conocido.
No hay un tiempo exacto, pero puedes esperar la duración típica de un tour a pie con varias paradas bajo tierra y en el tren.
Sí, necesitarás un solo pase con MetroCard o un toque con OMNY para entrar al metro durante el tour.
No, la MTA no permite acceso público a estaciones abandonadas—las verás desde las ventanas del tren.
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecitos durante el recorrido.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante toda la experiencia.
Verás la instalación artística oculta en Union Square, restos de la antigua estación City Hall y pasarás por estaciones abandonadas en el tren 6.
Se entregan auriculares a cada participante para que escuches claramente al guía durante todo el tour.
Tu día incluye un recorrido guiado por sitios históricos del metro con un neoyorquino local; auriculares personales para no perder detalle; solo un pase MetroCard o toque OMNY para entrar; accesibilidad para cochecitos; y tiempo tanto en superficie en lugares como City Hall Park, como bajo tierra explorando arte y estaciones olvidadas antes de volver a la luz del día.
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