Camina un sendero fácil por Griffith Park con un guía local, escucha historias curiosas sobre el cartel de Hollywood, toma fotos desde ángulos secretos y disfruta de las vistas clásicas de Los Ángeles hasta Santa Mónica. Conversaciones relajadas, momentos de calma inesperados sobre la ciudad y consejos que no encontrarás en ninguna guía.
Casi pierdo el punto de encuentro porque un tipo con camiseta neón amarilla estaba saludando a una ardilla—resultó ser nuestro guía, Carlos. Sonrió y repartió protector solar como si fuera oro. Esperaba multitudes y caos, pero al empezar el sendero en Griffith Park, todo estaba sorprendentemente tranquilo, solo se escuchaba el ladrido lejano de un perro y el crujir de la grava bajo nuestros pies. La ciudad abajo se veía difusa, casi irreal, como si pudieras estirar la mano y agarrar un puñado de Los Ángeles si quisieras.
Carlos no paraba de contar datos curiosos sobre el cartel de Hollywood—que antes decía “Hollywoodland”, algo que no sabía—y nos señaló el lago Hollywood asomándose entre los árboles. Hubo un momento en que doblamos una curva y ¡zas!, ahí estaba: el cartel, enorme y blanco contra el cielo azul. Todos se quedaron en silencio un instante. Luego un niño preguntó si alguna celebridad había subido ahí (Carlos solo se rió). El camino es bastante plano—mi amigo llevó sandalias (no lo hagan)—y paramos varias veces para fotos o para recuperar el aliento. El aire tenía un ligero aroma a polvo y flores silvestres cerca.
La verdad, creo que lo que más me gustó no fue ni la vista ni acercarme al cartel, sino quedarme un rato atrás mientras todos buscaban su foto perfecta, sintiendo lo inmenso que es LA desde aquí arriba. Carlos nos dio tips para comer después (“Evita los lugares turísticos,” dijo), y todavía tengo su lista garabateada en una servilleta. Terminamos intercambiando teléfonos para fotos grupales—alguien intentó enseñarme a posar “como influencer” pero soy un desastre para eso.
El tour dura unos 90 minutos por un sendero fácil de 2.9 km (1.8 millas).
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecitos o portabebés; menores de 2 años entran gratis.
Te encuentras con el guía afuera, junto a la puerta blanca larga en la entrada del sendero cerca de Griffith Park.
Sí, hay estacionamiento gratuito en la calle—solo sigue bien las señales.
Necesitarás zapatos cerrados, agua (al menos 700 ml), cámara o móvil, y algo de ropa extra si hace frío.
Se permiten animales de servicio durante la caminata por Griffith Park.
El camino es mayormente plano y fácil; apto para todos los niveles de condición física y buena salud.
Tu día incluye una caminata narrada de 90 minutos con un guía local certificado en RCP (búscalo con chaleco neón), varias paradas para fotos—con ayuda para TikTok o Instagram si quieres—estacionamiento gratuito cerca (solo revisa bien las señales), y consejos expertos sobre qué más hacer en LA antes o después del paseo.
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