Recorre el legendario país de los caballos de Kentucky en un tour en van pequeño desde Lexington, conoce pura sangre en granjas reales con un guía local experto. Visita el hipódromo Keeneland, pasea por establos tranquilos, escucha historias exclusivas y siente el orgullo silencioso de quienes cuidan estos animales cada día.
No esperaba oler heno fresco en cuanto bajamos de la van — me llegó antes de ver a los caballos. El campo de Lexington es más verde de lo que imaginaba, con cercas onduladas y esos graneros coloridos que parecen sacados de una película antigua. Nuestro guía, Mark, creció por aquí (dijo que su primer trabajo fue limpiar establos a los 13 años) y tenía esa habilidad para señalar detalles que nunca habría notado — como cómo los caballos mueven las orejas cuando tienen curiosidad, o cómo el aire de la mañana siempre trae un toque de hierba dulce. Alguien preguntó si realmente nos acercaríamos a los pura sangre y Mark solo sonrió, “Esperen a conocer a Lucky.”
El hipódromo Keeneland estaba más tranquilo de lo que imaginaba — sin multitudes hoy, solo algunos entrenadores paseando a sus caballos cerca de nosotros. Hay un silencio que envuelve el lugar, casi reverente. Mark nos contó historias de carreras famosas y señaló dónde se filmaron escenas de películas (tengo que volver a ver Seabiscuit). En un momento intenté pronunciar el nombre de un caballo frente a una de las cuidadoras — se rió y me corrigió con cariño; al parecer mi acento de Kentucky necesita práctica. Todo se sintió muy auténtico, nada apresurado ni preparado. Se nota que estas personas aman lo que hacen.
¿Lo mejor? Conocer a Lucky en una de las granjas privadas fuera de Lexington. Su hocico era más suave de lo que esperaba — casi aterciopelado — y frotó su nariz contra mi mano pidiendo más zanahorias. Aprendimos sobre la cría y el entrenamiento (más ciencia de lo que creía), pero lo que más me quedó fue estar ahí parado mientras el viento soplaba y solo se escuchaban cascos sobre la tierra blanda. El tour dura unas tres horas y media, pero se queda contigo mucho más tiempo. Ahora, cada vez que huelo heno, me transporta directo a ese momento.
El tour dura aproximadamente 3.5 horas, incluyendo el transporte desde Lexington.
Sí, la mayoría de los tours incluyen una parada en Keeneland, salvo que no esté disponible en la fecha seleccionada.
No, la salida es desde el Centro de Visitantes Thoroughbred Heritage, donde hay estacionamiento gratuito.
Sí, todas las edades son bienvenidas, pero cada niño necesita su boleto; se aplican las normas de sillas para autos.
No se permite comida durante el tour; sí se pueden llevar botellas de agua o bebidas con tapa.
La van tiene capacidad para hasta 14 pasajeros por grupo.
Se recomienda calzado cómodo para caminar, ya que el terreno en las granjas es irregular.
Tu tarde incluye transporte en una van cómoda para 14 personas desde el Centro de Visitantes Thoroughbred Heritage en Lexington, paradas guiadas en granjas de pura sangre según disponibilidad, entrada al hipódromo Keeneland cuando sea posible, y relatos e información de un guía local experto antes de regresar al punto de partida.
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