Deslízate por la pintoresca orilla de Lake Austin en un pontón con sombra y un guía local que comparte historias y señala lugares como el Puente Pennybacker y Mount Bonnell. Agua fría, buena compañía y tiempo para disfrutar esas vistas junto al lago, dejando ganas de no volver a tierra.
“¿Listos para ver cómo disfrutan los locales sus días en el lago?” Así nos saludó nuestro capitán al subir al pontón en Lake Austin. Yo todavía estaba aplicándome el protector solar y casi se me cae el sombrero al agua — no fue mi mejor comienzo. El bote tenía un gran toldo arriba (menos mal, porque el sol de Texas no perdona), y se sentía una emoción tranquila en el pequeño grupo que ya estaba a bordo. Alguien trajo tacos en una bolsa de papel; el aroma mezclado con el protector solar y el aire del lago era justo lo que uno espera en Austin.
Navegamos junto a esas casas en los acantilados, algunas parecían sacadas de una revista de arquitectura, otras más acogedoras, como si alguien estuviera haciendo una parrillada en la terraza. Nuestro capitán, Mike, nos contó dónde practica Ashley Kidd el wake surf (yo no la conocía, pero aquí es toda una celebridad). También nos habló de la presa Tom Miller — la escuchaba antes de verla, ese sonido bajo del agua corriendo junto al zumbido de las cigarras entre los árboles. Hay algo en estar en el agua que te hace notar cada cambio de luz; en un momento me quedé solo mirando los reflejos bajo el Puente Pennybacker en lugar de escuchar la historia. Perdón, Mike.
No esperaba sentirme tan relajado. Quizá fue la sombra o simplemente alejarme un rato del centro de Austin (está cerca, pero se siente como otro mundo). Pasamos por Mount Bonnell — gente saludándonos desde arriba, diminuta contra ese cielo enorme. El agua embotellada que nos dieron estaba helada y sabía mejor que cualquier cosa de mi nevera en casa. Había familias con niños señalando los botes, parejas tomando selfies un poco torpes, y yo… simplemente feliz de dejarme llevar. Aún recuerdo esa vista hacia la ciudad cuando regresábamos — me dieron ganas de quedarme ahí todo el día.
El recorrido dura aproximadamente 2 horas en Lake Austin.
Sí, el pontón cuenta con un toldo doble que cubre completamente del sol.
Puedes llevar comida y bebidas sin alcohol; el alcohol está permitido pero no envases de vidrio.
No incluye recogida en hotel; se recomienda llegar 30 minutos antes a la rampa pública de botes.
Pasarás por sitios como el Puente Pennybacker, la presa Tom Miller, casas de lujo y Mount Bonnell.
Sí, durante el paseo se ofrece agua embotellada fría gratis.
No hay baños a bordo; es recomendable usar los servicios antes de embarcar.
Sí, es ideal para familias; los bebés pueden ir en brazos o cochecito y se proporcionan chalecos salvavidas.
Tu tarde incluye un paseo guiado de 2 horas en pontón por Lake Austin con toldos que cubren del sol, agua fría gratis que reparte el capitán-guía, chalecos salvavidas para todos, combustible incluido y muchas historias sobre los lugares que vas viendo antes de regresar a la orilla.
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