Saldrás remando desde La Jolla Shores en un kayak doble con tu propio guía, que te ayudará a ver leones marinos de cerca, navegar entre bosques de kelp y quizás hasta entrar en alguna de esas cuevas marinas si las condiciones lo permiten. Prepárate para reír (y mojarte), y para vivir momentos que recordarás mucho después de haberte quitado la sal del cuerpo.
Entre el chapoteo de los remos en el agua salada y el extraño ladrido de un león marino que rebotaba en los acantilados, me di cuenta de que estaba sonriendo como un niño. Acabábamos de lanzar nuestro kayak doble desde La Jolla Shores — la arena fría bajo mis pies, el traje de neopreno ajustado en todos los lugares menos cómodos — y nuestro guía, Jamie, ya señalaba pelícanos rozando el agua a pocos centímetros. Desde esa altura, el Pacífico parecía aún más inmenso, y sí, me puse nervioso cuando nos enfrentamos a las olas que se movían bajo nosotros.
Jamie nos mantenía entretenidos — contándonos que los bosques de kelp aquí son como junglas submarinas, y que a veces los delfines pasan justo cerca (esa mañana no vimos ninguno, pero la verdad es que los leones marinos nos dejaron más que satisfechos). En un momento, un cachorro asomó la cabeza tan cerca que casi podía oler el pescado en su aliento. Mi pareja intentó sacar una foto pero se enredó con la funda impermeable — nos reímos tanto que casi volcamos. Las cuevas, vistas desde lejos, parecían casi irreales, bocas oscuras en piedra clara. Esperamos mientras Jamie comprobaba si era seguro entrar; al parecer depende de la marea y de cómo se maneje cada uno en el kayak.
No esperaba que remar fuera tan exigente — los brazos me ardían a mitad del camino, la sal secándose en mis labios. Pero al deslizarme cerca de esas formaciones rocosas, viendo cormoranes posados como pequeños guardianes, todo eso se volvió un ruido de fondo. De regreso, Jamie nos dio consejos para coger una ola y llegar a la orilla (“¡no lo pienses demasiado!”), lo cual… es más fácil decirlo que hacerlo. Llegamos medio de lado y con la cara llena de arena. Pero valió la pena.
No, no se necesita experiencia; los guías te dan instrucciones básicas antes de salir.
Sí, niños de 6 años en adelante pueden unirse si van acompañados de un adulto en el kayak doble; todos deben saber nadar.
No; entrar a las cuevas depende de las condiciones del mar y la habilidad del grupo, según lo determine el guía.
Podrás ver leones marinos, focas, varias aves marinas y a veces delfines o incluso ballenas.
Usa ropa que pueda mojarse (recomendado traje de baño) y calzado como sandalias o zapatos de agua; hay neoprenos para alquilar en meses fríos.
Esta reserva es para dos personas compartiendo un kayak doble.
No; el punto de encuentro es en la tienda de kayaks en La Jolla Shores antes de la hora programada.
Tu día incluye el uso de un kayak doble para dos personas (con remos), chalecos salvavidas proporcionados por el guía local y opción de alquilar neopreno en temporada fría. Recibirás instrucciones antes de salir desde la playa de La Jolla Shores — solo llega listo para mojarte y deja tus objetos de valor, ya que estarás en mar abierto.
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