Camina entre las verdes hileras de la finca en Kona con un guía local, disfruta café recién hecho con vistas al Pacífico, prueba auténtico chocolate hawaiano directo de la fuente y participa en un taller de jabones naturales. Aquí el aire huele distinto — seguro lo recordarás mucho después de irte.
No esperaba que el aire oliera tan fresco cuando llegamos a la finca sobre Kailua-Kona — como hojas mojadas y algo dulce, ¿será de los árboles de cacao? Nuestra guía, Malia, nos hizo señas con una taza en la mano. Sonrió y dijo: “Querrán probar esto antes de empezar”, y la verdad, nunca había tomado un café así — intenso pero ligero, con un toque terroso. Más abajo, el Pacífico brillaba; me distraía cada vez que Malia señalaba cómo el volcán Hualālai dio forma a este suelo volcánico. Supongo que por eso todo crece tan salvaje aquí.
Recorrimos entre las hileras de cafetos y las vainas de cacao (más grandes de lo que imaginaba), aprendiendo cómo cada grano pasa de fruta pegajosa a lo que termina en tu taza o en una barra de chocolate. En un momento, alguien preguntó la diferencia entre chocolate oscuro y con leche — Malia simplemente nos dio un pedazo para probar en lugar de explicarlo. Se derritió rápido en mis dedos. Hubo un silencio donde todos masticamos mirando el paisaje. Fue un momento muy especial.
La parte del taller de jabones me sorprendió — no suelo interesarme mucho, pero el lugar olía a hierbas frescas y cítricos, nada a perfume. Pudimos ver cómo usan sus propias plantas para todo; hasta me animé a probar un poco en la muñeca (sin reacciones raras). Hay un pequeño escalón para entrar al taller, por si te preocupa — nada complicado. Ah, y Li se rió cuando intenté pronunciar uno de los nombres hawaianos de las plantas; seguro lo dije fatal, pero fue muy amable.
Las tres horas volaron. Al final, mis manos olían a lavanda y café molido, algo que me resultó muy reconfortante. Sigo pensando en ese primer sorbo de café con el océano a los pies — ahora las mañanas normales me parecen un poco aburridas.
El tour dura unas 3 horas y empieza a las 9 am.
No, no hay servicio de recogida; los visitantes deben llegar por su cuenta a la finca cerca de Kailua-Kona.
No se recomienda para menores de 12 años; todos los niños deben estar supervisados en todo momento.
La finca es accesible para sillas de ruedas y tiene amplio estacionamiento; solo hay un pequeño escalón para entrar al taller de jabones.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour por la finca de Kona.
Probarás café Kona recién hecho y chocolate gourmet hawaiano elaborado en el lugar.
No, solo incluye degustaciones de café y chocolate.
Los jabones son naturales y no alergénicos; evita usarlos si eres alérgico a plantas específicas como la lavanda.
Tu mañana incluye un recorrido guiado por una finca activa de café y cacao en Kona con degustaciones de chocolate y café frescos, además de una visita interactiva a su taller de jabones naturales, guiada por expertos locales. El estacionamiento es gratuito y la accesibilidad es buena, salvo por un pequeño escalón en el área de jabones.
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